(Disponible en Netflix)
Como hiciera recientemente con Diamantes en bruto, Adam Sandler sigue brillando cada vez que decide hacer una película fuera de su habitual zona de confort de comedias, liderando una sólida película sobre dos hombres que viven por el básquetbol y buscan, cada uno a su manera, pero trabajando juntos, cumplir sus sueños a través del deporte.
Garra sigue a Stanley Sugerman (Sandler), un reclutador que trabaja para los 76ers de Filadelfia, y en un viaje a España descubre a Bo (interpretado por el jugador de la NBA Juancho Hernangómez) un joven albañil que demuestra un impresionante talento para el deporte. Cautivado, Stanley decide llevar al joven a los Estados Unidos e intentar encontrarle un lugar en la NBA.
Cualquiera que haya visto una película de drama deportivo alguna vez podrá predecir sin mucho miedo a equivocarse cómo irá desarrollándose la película, así que aquellos que busquen ser sorprendidos por el cine que ven quizá deberían abstenerse de esta nueva producción del creador de Happy Gilmore.
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Pero aquellos que sepan perdonar lo predecible que puede ser esta película encontrarán un cálido y conmovedor drama con un dúo de personajes interesantes e inmediatamente entrañables en su centro.
Sandler, cada vez mejor
Sandler interpreta a Sugerman con una fascinante mezcla de innegable carisma y cansancio del alma que acaba adquiriendo profundidad una vez que su pasado y la fuente de sus motivaciones son aclaradas, formando un espejo con lo que impulsa a Bo de forma muy elegante. Como los mejores dramas deportivos, el deporte es solo un catalizador para una historia humana, en este caso una de redención y realización.
Y más allá de eso, resulta difícil obviar lo sencillamente agradable que Sandler es en el filme y lo fácil que es empatizar con Stanley, desde los primeros momentos en los que lo vemos de avión en avión, de cancha en cancha, buscando jugadores por Europa y comiendo comida rápida en hoteles, y la forma en que sus esfuerzos por llevar a Bo a Estados Unidos nacen primero de ambición profesional y van convirtiéndose gradualmente en una meta profundamente personal.
Y Hernangómez, que es basquetbolista y no actor se maneja bien como el talentoso pero algo ingenuo Bo, que también arrastra sus errores al hombro y tiene una meta muy concreta más allá de su amor al básquet.
Si la película no desvía mucho del guion habitual de los filmes deportivos de este tipo, quizá es porque entiende perfectamente que hay pocas cosas tan fundamentalmente cinemáticas como un buen montaje de escenas en las que el protagonista se lanza a un duro entrenamiento y va mejorando gradualmente hasta llegar al punto en que sus fortaleza física y mental están a su punto máximo. En ese sentido, Garra cumple.
Y aunque es bien accesible para todo público, es fácil imaginar que la película sería un goce especial para los espectadores que sean fans de la NBA, ya que hace desfilar constantemente a figuras del presente y el pasado de la liga estadounidense, desde jóvenes talentos actuales – como sí mismos o personajes ficticios – o leyendas de la talla de Charles Barkley o Shaquille O’Neal.
Como drama personal y como odisea deportiva, Garra no tiene desperdicio.
Calificación: 3/5
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GARRA
Título original: Hustle
Dirigida por Jeremiah Zagar
Escrita por Will Fetters y Taylor Materne
Producida por Maverick Carter, LeBron James, Jeff Kirschenbaum, Joe Roth y Zack Roth
Edición por Tom Costain, Keiko Deguchi y Brian Robinson
Dirección de fotografía por Zak Mulligan
Banda sonora compuesta por Dan Deacon
Elenco: Adam Sandler, Juancho Hernangómez, Queen Latifah, Ben Foster, Robert Duvall, Jordan Hull, Anthony Edwards, Kenny Smith, María Botto, Heidi Gardner, Jaleel White, Julius Erving