Baremboim fue durante tres décadas director musical de la Staatsoper de la que sigue siendo director honorario tras abandonar el cargo debido a una enfermedad.
En noviembre Barenboim dirigirá versiones para concierto de fragmentos de 'Tristán e Isolda' y de 'Las Valquirias' de Richard Wagner.
Durante sus años en la Staatsoper Baremboim dirigió las diez óperas principales de Wagner que se presentaron en nuevas puestas en escena.
De 'Tristán e Isolda' se hicieron incluso tres nuevas producciones y entre 2000 y 2018 Baremboim dirigió esa ópera en 60 ocasiones.
La intensa relación de Barenboim con Wagner ha llamado siempre la atención no sólo por razones musicales, sino porque se trata de la relación de un director judío, que creció en Israel, con un compositor cuyo antisemitismo está ampliamente documentado, que era el compositor favorito de Hitler y cuya música fue instrumentalizada por los nazis.
En 2001 Baremboim desató un debate al dirigir durante un concierto en Jerusalén la obertura de 'Tristán e Isolda'. La interpretación de Wagner suscitó críticas del entonces primer ministro israelí, Ariel Sharon.
Barenboim dijo que entendía que música de Wagner podía causar resistencias pero que nadie tenía el derecho de impedirle a otros que la oyeran. Además, en declaraciones al diario israelí Haaretz, dijo que impedir que Wagner se toque en Israel sería paradójicamente una victoria tardía de los nazis.
"Wagner era antisemita pero su música no lo era", dijo posteriormente en una entrevista con la revista alemana 'Der Spiegel'.