Amigo, en ocasiones en solitario y otras acompañado de percusión, guitarra, bajo, canto y baile, puso el broche al último fin de semana del Festival de Músicas Sacras de Fez, cuyo escenario principal se enmarca entre las murallas de la ciudad marroquí.
Once años después de que otro de los maestros del flamenco, Paco de Lucía, pisara el escenario de este festival, que desde hace 27 ediciones quiere representar el "espíritu Al-Andalus" de tolerancia religiosa, Amigo se lució sobre las tablas con temas antiguos y también de su recién publicado disco.
En su segunda vez en este festival, Amigo salió en solitario para sentarse en medio del escenario, encuadrado por unas murallas que lucían proyecciones en tonos añiles y amarillos evocando el periodo andalusí.
"La ciudad más bonita del mundo", llamó Amigo a Fez al comienzo del concierto, que contó con "compañeros de viaje" como Rafael Usero, 'Rafael de Utrera' al canto en temas como 'Autorretrato' (2009) y con Antonio Molina Redondo 'El Choro', que bailó una bulería arrancando la ovación del público.
Después de un día tórrido en Fez que anticipaba el verano, la noche dio un pequeño respiro a asistentes y músicos.
"Qué airecito tan rico", decía un Amigo que se iba relajando y dejando aparecer su sonrisa, y que reservó casi para el final la bulería 'Arrocito' que evoca, dijo, su infancia en Guadalcanal pegado a una guitarra.
"Cuando era niño, mis amigos jugaban al fútbol, a la pelota, y yo tocaba mientras la guitarra. A veces me llevaba algún pelotazo", recordaba ante el público de Fez.
Una de las principales figuras de la guitarra flamenca, Amigo atesora dos premios Grammy Latinos (2001 y 2017) y colaboraciones con artistas de la talla y variedad de Enrique y Estrella Morente, Sting, Alejandro Sanz, Niña Pastori o Nacho Cano.
El maestro publicó su primer álbum con 24 años y ya va por el noveno de estudio, 'Andenes del Tiempo', que acaba de salir editado y en el que Amigo sigue profundizando en las raíces del flamenco con bulerías, soleares, tanguillos o boleros.
En dos de sus nueve temas, el de Sevilla introduce toques de sonidos ajenos gracias a colaboradores como el bajista estadounidense Marcus Milles, que en 'Corcovado' aporta un sabor de música brasileña, y los también norteamericanos Dave Weckl, a la batería, y Tom Kennedy, a la guitarra, que acercan al jazz las melodías flamencas en 'Turrón y Chocolate'.
Algunos de esos temas visitaron también la ciudad que este viernes Amigo convirtió en propia.