Las músicas de Karol G dieron una inspiradora charla: “Cuando uno quiere hacer las cosas, los caminos se abren”

En una industria musical donde los hombres son mayoría ellas supieron abrirse camino a base de esfuerzo, dedicación, constancia y lo más importante de todo: amor a la música. Pat, Haein, Sus, Irany y Kati son varias de las músicas que acompañan a la estrella latina Karol G de gira por el mundo y, paso a paso, van creciendo en hermandad. En medio de la vorágine del tour, ellas tuvieron el martes la gran amabilidad de entregar su tiempo para sentarse a conversar con artistas de Paraguay.

Haein Sane, Sus Vásquez, Irany Divad, Katiuska Fernándes y Patricia Ligia compartieron un hermoso momentos con artistas de Paraguay.ARCENIO ACUÑA
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La cita estaba marcada para las 14:00 en el Conservatorio Vivir Música, luego de que el encuentro se haya anunciado entrada la tarde del lunes. Es que esto podía no pasar. Pero finalmente sucedió, gracias a la pianista paraguaya Magalí Benítez, quien se animó a gestionar vía redes sociales, la posibilidad de generar este encuentro.

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Magalí es integrante del grupo instrumental Band’Elaschica, con el que vienen desde hace varios años impulsando la generación de espacios tanto para conciertos y también de aprendizajes. En este caso, ella vio como algo único que este hecho se de y, para alegría de todos, las artistas accedieron sin problemas.

Fue así que unos minutos luego de las 14:00 ingresan a un escenario montado en la sala de conciertos del lugar. Ahí estaban la bajista uruguaya Patricia Ligia (quien es hija de un paraguayo), la pianista coreana Haein Sane, la guitarrista colombiana Sus Vásquez, la acordeonista mexicana Irany Divad y la percusionista venezolana Katiuska Fernándes.

Entre aplausos y sonrisas, cada una ya venía con su instrumento y el mejor saludo fue directamente tocar y enseguida encantar. Las cinco comenzaron a “jammear” y a demostrar por qué cada una tiene el sitial en la banda de Karol G. Pero eso es algo que también sería más evidente después, cuando todas empezaron a contar sus historias.

Sin más rodeos, la primera en tomar el micrófono fue Sus, quien sintió un gran impacto cuando un rato antes, la bajista paraguaya Paula Rodríguez le había mencionado que esta es quizás la primera vez que una banda enteramente de mujeres llega al país con una estrella global como Karol G.

Sin esperar, la guitarrista animó a todas las chicas a que “vayan juntas, siempre, entre ustedes en esta industria liderada por hombres”. Eso afirmó ella, quien primero quería ser baterista, pero sus padres le habían señalado que “era un instrumento de hombres”. “Hay veces en que uno cree que no va a lograr cosas, ve que toda la industria está llena de hombres, pero eso hay que sacárselo de la cabeza”, dijo.

“Yo vengo de Medellín donde no hay mucha industria, no tenía casi referentes pero nunca me planteé: no voy a tocar por ser mujer, porque me planteé de ir para adelante. Pero todo sucedió porque es así cuando uno se esmera y tiene una visión de lo que quiere hacer y va para allá, así las cosas se logran”, afirmó.

Las músicas se presentaron a tocar y a conversar con, en su mayoría, cantantes e instrumentistas paraguayas.

Seguidamente Haein, en inglés, relató que tenía solo 5 años cuando empezó a estudiar violoncello y piano, teniendo una formación clásica muy fuerte. Dijo que tuvo la fortuna de que sus padres amaran la música y que la apoyaran. Viviendo entre varios países, sintió la necesidad de perseguir sus sueños haciendo base en Estados Unidos desde 2011.

“Yo quería convertirme en música, fui a estudiar a Berklee. Conocí a mucha gente de una industria de la que quería ser parte. Aprendí también diferentes estilos entre R&B, jazz, latino. Comencé a tocar con varios artistas, y claro que hay subidas y bajadas pero siempre fui consistente con mi trabajo”, refirió.

Por su parte Irany también se remontó a su infancia en México, ya que a sus 4 años ya se recordaba cantando. Además, eligió el acordeón, un instrumento que también es “muy dominado por los hombres en el regional mexicano, entonces es muy difícil para una mujer abrirse camino como acordeonista porque hay muchos estereotipos”, contó.

A su vez Kati, en coincidencia con sus compañeras de banda, recordó cómo era extraño llegar a su lugar de ensayo y “ver que éramos las únicas mujeres” junto a una colega llamada Marta Paredes. Pero gracias al esfuerzo, Fernándes pronto ingresó a trabajar con Ricardo Montaner cuando tenía solo 17. Así su carrera ya despegó desde Venezuela. “Cuando uno quiere hacer las cosas, los caminos se abren”, resaltó.

“Para mí es como un sueño hecho realidad esto, porque cuando yo inicié no había en la percusión muchas mujeres. Nunca tuve claro cómo iba a conectar con el mundo de la música porque en mi familia nadie era músico, pero decidí seguir estudiando y la vida me fue colocando en lugares, pero comencé desde cero, tocando en la escuela y después haciendo castings”, contó.

Pat, a su turno, rememoró que su historia era diferente, ya que no venía de la música y no empezó en ella hasta entrada su juventud. “Crecí siendo atleta, hacía nado sincronizado, pero el deporte me enseñó mucho”, remarcó para luego resaltar la disciplina que le otorgó el atletismo, ya que en su familia tampoco habían músicos. “Son todos médicos y me dijeron que tenía que estudiar una carrera más seria”, dijo entre risas.

Fue así a golpear puertas en Brasil, a estudiar con el bajista Arthur Maia. “Me dio una serie de clases que me cambiaron la vida y sobre todo me hicieron asumir que quería ser música, que quería tener una carrera”, dijo la artista quien luego fue también a Berklee gracias a una beca.

Las destacadas música ofrecieron un par de obras instrumentales donde demostraron su gran calidad artística.

El desafío de trabajar con Karol G

“La libertad y lo que podemos poner pasa más por el sonido y el swing que podamos aportar”, comenzó explicando Pat sobre cómo abordan las canciones de Karol G desde sus universos sonoros, ya que cada una es una gran profesional de su área.

Kati dijo que en el caso de la percusión, que “no es parte de un ensamble de música urbana como tal, ha sido interesante que hayan añadido este set a la banda”. Además afirmó que el director de la banda, Rob Trujillo, le sugiere patrones y “me da la libertad de que yo decida con qué instrumento, según donde vayamos a tocar”.

“En mi caso fue muy curioso que añadieron el acordeón o la tuba en el género de la música urbana. Igual Rob siempre me dio mucho la libertad de improvisar, guiándome sobre lo que ya está escrito”, explicó después Irany, quien sumó su instrumento como protagonista al inicio de la canción “Gucci los paños”.

Por su parte Sus profundizó que ella ya lleva 8 años al lado de Karol, desde que la propuesta era solo guitarra y set de DJ, incluso sin director musical. “El reggaeton es un género muy nuevo, todavía se está creando el ¿qué es tener una banda en vivo en el reggaeton? Hay pocos artistas que lo están haciendo y es una plataforma muy grande para ti como músico de ir a aportar algo nuevo, porque no hay referentes. Cuando empecé no había nadie y se te abre una puerta de: ¿qué voy a hacer yo en este género donde nadie ha hecho nada? Entonces fue una oportunidad enorme para abrir mi cabeza y experimentar, innovar”.

A sala llena se realizó el encuentro en el Conservatorio Vivir Música.

La música como puente y los pies en la tierra

“Venimos de diferentes lugares, pero la música nos conecta”, dijo la pianista, quien es la última incorporación de la banda de Karol G. En ese sentido, esa conexión es algo que también resaltó Sus, al aconsejar al público que la persistencia, el trabajo de salir a tocar y crear lazos son factores fundamentales para construir una carrera. Fue allí donde Pat añadió: “Todos empezamos como emprendedores en la música porque la carrera te la construís vos”.

En esa línea, todas reflexionar sobre las cosas que le dan estabilidad y que hacen que tengan los pies sobre la tierra, en medio de tanto ir y venir de gira. “Uno siempre hace lo que le gusta y disfrutándolo. Siempre hay que tratar de tener los pies sobre la tierra, es cierto, siento que cada persona puede tener su propia oportunidad entonces hay que dejar brillar a cada persona, siempre haciendo lo que le gusta y entender que siempre hay algo más por aprender de toda la gente, hay que tener la mente abierta”, dijo Irany.

A eso añadió Kati que “es súper importante el valor de la humildad, porque todos tenemos ego, a los músicos a veces el ego se nos va por las nubes, nos creemos rockstars que sí lo somos, pero bueno (risas), es importante ser humilde en plan de apoyarnos, la música no es un campo de batalla, es un sitio donde venimos a compartir, a conocer nuevas personas. He visto de músicos grandes que llegan engreídos, ni siquiera saludan, al final terminan haciendo nada”, señaló e instó a cuidar la salud mental.

El encuentro se desarrolló de forma distendida y entretenida.

Pat expresó estar de acuerdo con todo y añadió que algo importante es “rodearse de gente que te haga sentir bien y que te inspire”. “Para mí mis mentores más importantes están acá, en verdad sentirse inspirada por lo que hacen ellas me hace tener los pies en la tierra; también hay que tener mucha compasión propia y hacer los deberes”.

A su turno Sus profundizó en que “es muy importante darse cuenta de dónde está uno, porque uno es uno de mil millones, o sea hay muchísimos músicos mejores y siempre va a haber alguien mejor, así que hay que entender que no se trata de ser el mejor ni competir, la música es conectar con ella y ser lo que eres tú, es mi presencia en el escenario, mi energía, cómo me llevo con los demás, y si alguien da mal ambiente eso se vuelve como una plaga”.

Por otro lado, dijo que uno debe estar bien con uno mismo. “Ahora voy al gimnasio, como saludable, trato de crear un buen ambiente en mi habitación, uno tiene que estar bien porque o si no vas con los otros y no vas a poder convivir bien, es bien importante eso de tener una conversación interna para la vida misma”.

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