Desde hace muchos años el maestro paraguayo Diego Sánchez Haase viene soñando con juntar a la gente a través de su propio amor por Bach. La creación de la Sociedad Bach del Paraguay y su grupo Bach Collegium de Asunción junto con sus grandes logros, como haber sido la primera agrupación en participar el prestigioso BachFest en Leipzig, son la prueba de eso.
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Pero además, Paraguay es uno de los países que protagoniza con su historia este documental que hoy podrá verse en el Cine Villamorra, a las 19:00. Las entradas se venden por Red UTS a G. 195.000 y todo irá recaudado a beneficio de la participación del grupo en la edición del BachFest 2024, en Leipzig, Alemania.
Para celebrar este estreno en el país, luego de su paso por otros países e incluso la televisión, la directora Anna Schmidt vino a Paraguay y conversó, junto a Sánchez Haase, con ABC. Sumamente contenta se mostró la destacada cineasta, quien estuvo en el país ya en 2022 cuando fueron las grabaciones. Desde esa vez quedó “encantada” con el país y su gente. Desde cómo las reuniones alrededor de un asado surgen de forma espontánea e incluso el amor por la música paraguaya.
“Enseguida te sentís parte. Paraguay es un país muy especial y amo Asunción, tiene un encanto viejo, la gente es amigable. Nos sentimos como en casa con el equipo y cuando volví a mi país, quería volver de nuevo a Paraguay”, expresó Schmidt con una gran sonrisa.
Ella, como gran interesada de conocer a todos los grupos que profesan la música de Bach en el mundo, dijo que eligió al grupo paraguayo por ser la única Sociedad Bach en Sudamérica. Al iniciar conversaciones con Sánchez Haase, antes de la grabación, le comentó que debía encontrar un protagonista. David Portillo fue el elegido, pues también sorprendió por su amor a dos mundos: la música popular paraguaya y la música de Bach.
“Me alegra que se haya elegido a David como protagonista porque es un gran Bachiano, además de su gran trayectoria en la música popular”, señaló el maestro. A su vez, Anna explicó que lo que le hechizó de Portillo fue su pasión “por la música de Bach y que además canta música paraguaya y en guaraní, que me encanta”, manifestó. Destacó también la conexión con “algo más grande” que le hace sentir al cantante la música de Bach. “Me dijo que le hace sentirse mejor persona y eso me convenció totalmente”, destacó.
Es ese justamente uno de los puntos principales del filme, cómo esta música de hace tanto tiempo sigue hasta hoy en día conectando a la gente con algo que no se puede ver pero sí sentir. “Bach conecta el mundo y eso es lo que quería mostrar con la película. Gente de todo el mundo canta Bach aunque tengan diferentes culturas, religiones, clases sociales, pero todos están conectados por esta música y es increíble sentir esa pasión porque todos hablan un solo lenguaje”, refirió Anna.
Además, contó que en un punto se había preguntado: “¿Toda esta gente tiene los mismos valores?” y pudo responderse que sí, hay algo que también une desde ese lado, porque quienes cultivan la música de Bach “son más abiertos, tolerantes, más curiosos sobre el mundo, más calmados, tienen como una esencia de seguridad sobre sí mismos; la gente que canta Bach es muy feliz”, consideró.
Otro punto importante de este abordaje es cómo su música desarrolla la inteligencia en todo sentido, porque Bach “es muy matemático” y por otro lado “te hace conectar con emociones a un nivel muy profundo”.
La fortuna de grabar en Paraguay
Anna confirmó sentirse muy “afortunada” de haber llegado a conocer a toda la gente del grupo e incluso a habitantes de la ciudad, ya que incluso filmó escenas en el Mercado 4. “Lo que encuentro especial de grabar aquí y de haberlo mostrado en el mundo es que la gente no sabe mucho de Paraguay, solo saben cosas malas, y después conocen esto y se impresionan”, dijo con orgullo.
Consideró incluso que, en ese sentido, la película tiene un componente político, ya que Bach era una persona que unía a la gente con su música. “Mi película muestra que si tenés un pensamiento diferente incluso en la religión podés tener algo en común con el otro y no es importante tu origen sino lo que te conecta y nos junta. Eso es el mensaje político de la película y de Bach. Como lo que hace Diego con la Sociedad Bach, juntar gente, y si son diferentes en todo sentido pueden cantar juntos, reír juntos, sentir juntos y hacer del mundo un lugar mejor”, reconoció.
En tanto, Sánchez Haase añadió que “en un momento en que a lo mejor se divide el mundo nosotros mostramos cómo con la música de Bach nos une. Su música no tiene fronteras porque va más allá de todo, culturas, creencias y lenguas. Bach nos une y esa es nuestra bandera hace más de 30 años”, refirió.
Un impacto para todas las generaciones
Anna habló también de cómo la figura de Bach puede tocar a gente de todas las edades, porque como toda apasionada por su obra, encuentra además cómo sus piezas suenan tanto en películas como en forma de influencia en otras músicas. “Bach ya era moderno incluso 300 años atrás. Si escuchas su música te vas a dar cuenta que no se siente como vieja, porque también plasmó lo que era, él era un rebelde, estuvo en prisión, no quería vivir esa realidad, peleó por sus deseos y eso es algo único para tiempos como este”, indicó.
Asimismo, aseguró que su obra es especial para “nuestro mundo corre tan rápido” ya que si uno escuchas sus composiciones se puede concentrar y conectar con algo superior. “Uno puede enfocarse en algo y sentir emociones profundas”, pensó.
Gracias a eso, ella pudo conectar con Paraguay y tantos otros países que aparecen en la película, de lugares como Sudáfrica, Asia, Norteamérica y Australia. Además, aseguró que la película “sigue su camino y seguirá viajando”, esperando que siga emocionando, porque luego de verla “la gente sale llorando del cine, porque queda tocada por la historia. El filme es universal”.
Sánchez Haase, observó también que para nuestro país es muy importante tanto la presencia de Anna aquí y el estreno del filme para demostrar que “en el Paraguay se hacen buenas cosas, estamos para las grandes ligas en este tipo de música. Además, Bach te sorprende siempre, mirá que lo estudiamos hace mucho y cada vez que estudias algo nuevo te sorprende, y ver que su música puede unir a gente tan diferente y mostrar en una película los diversos paisajes y culturas es muy importante”, consideró.
Anna invitó a todos al cine pidiendo que vayan a dejarse sorprender. “La película te invita a viajar con Bach a través del mundo”, englobó la directora, quien todavía no volvió a su país y ya tiene ganas de estar aquí grabando otro documental sobre Paraguay.
“Yo ya quiero volver, me sentí tan atraída por este país. Me impresiona cómo la música de antes de aquí sigue viva y se sigue cantando, eso en Europa no pasa. Nadie se sienta en un asado y canta folklore. Aquí está muy vivo, viven a través de su música. Quiero documentar eso quizás en combinación con el guaraní porque pertenece a la música de ustedes”, cerró.
Sobre la directora
Anna Schmidt es una autora experimentada y empática con un nuevo enfoque de temas ya conocidos. Sus películas son reconocidas internacionalmente y han amasado gran prestigio tanto en la televisión como en el cine. Con un agudo sentido de las historias relevantes, desarrolla y produce sofisticados documentales de cine y televisión para el mercado nacional e internacional.
Se graduó de la Escuela Especial de Música de Wernigerode. Estudió periodismo y musicología en la Universidad de Leipzig y Ciencias Políticas en la Universidad de Ámsterdam. En 1993 obtuvo una titulación en Periodismo y Musicología. Luego trabajó como autora independiente para radio y, más tarde, para televisión en Alemania y Países Bajos.
De 1996 a 2005 fue corresponsal de la televisión holandesa en Alemania. En 2001, se graduó de Discovery Campus Masterschool. En 1998 fundó la productora cinematográfica SchmidtFilm; desde entonces produce con éxito documentales de temas musicales, históricos y biográficos.