Celebrada en el Liverpool por la imposibilidad para Ucrania de acogerlo en su territorio por la invasión rusa, en la misma han conseguido igualmente su pase Armenia, Polonia, Chipre, Albania, Estonia, Lituania y Australia, una suerte muy diferente a la de Dinamarca, Rumanía, Islandia, Grecia, Georgia y San Marino, apeados este jueves de la competición.
Los clasificados actuarán en la final del 13 de mayo junto al vigente campeón, Ucrania, así como a los países del "Big Five" (España, Alemania, Italia, Francia y Reino Unido) y a los otros 10 clasificados en la primera ronda: Suecia, Finlandia, Portugal, Noruega, Croacia, Moldavia, Suiza, República Checa, Israel y Serbia.
Bajo el lema "Unidos por la música", "drag queens" y el cameo sorpresa del personaje infantil Peppa Pig han coloreado una noche en la que se ha querido subrayar asimismo la presencia de Ucrania como coanfitriona de la edición con homenajes a su folclor (incluido lo que parecía una transpolación del Misterio de Elche).
Para España esta semifinal ha tenido el atractivo añadido de permitir que sus espectadores votaran a sus favoritos y, sobre todo, de que disfrutaran de un primer avance de la actuación que realizará en la final su candidata Blanca Paloma con la canción "EaEa", que se mantiene quinta en las apuestas.
En lo que se refiere al concurso propiamente dicho, el encanto pop y con falsete del joven danés Reiley ha iniciado el turno de actuaciones con un "Breaking My Heart" muy en la onda de artistas globales como Troye Sivan, aunque sin la fuerza de la evocadora puesta en escena de la armenia Brunette en la balada con toques de hip hop "Future Lover".
Junto a ella otras artistas de la Europa oriental han brillado en una noche en general de menor calibre en el ámbito musical que la primera semifinal, véase la georgiana Iru y su "Echo" (que se ha quedado sin embargo fuera de la final) y los albaneses Albina & Familja Kelmendi con "Duje" y su folclórico baile del pañuelo.
Más frío han dejado al público el rock pretendidamente sensual del rumano Theodor Andrei en "D.G.T. (Off And On)", la islandesa Dilja y "Power" (quizás por una puesta en escena que no hacía justicia a su gran desempeño vocal), las guitarras insulsas desde San Marino de Piqued Jacks en "Like An Animal" o el benjamín de la edición, el griego de 16 años Victor Vernicos, en "What They Say".
Con ecos de Boy George y Simple Red y pasos de "voguing" sí han conquistado los votos necesarios el belga Gustaph con su dinámico "Because of you", la clásica balada al piano "Bridges" de la estonia Alika y la transición del agua al incendio del chipriota Andrew Lambrou con la catártica "Break a broken heart".
También lo han hecho el quinteto esloveno Joker Out gracias a su flirteo directo con la cámara y el contagioso influjo disco-funk de "Carpe Diem" y, pese a las bazas algo básicas y desfasadas de su tema pseudolatino "Solo", también la polaca Blanka, la diva de esta semifinal con un "dance break" aún más forzado que el de Israel.
Para el remate han quedado uno de los temas más emblemáticos y actuales de esta edición, "Who the hell is Edgard?", sustancialmente más sugestivo que sus intérpretes, las austríacas Teya & Salena, así como la lituana Monika Linkytė y el contagioso estribillo de "Stay" y el rock ochentero de los australianos Voyager literalmente al volante de su "Promise" rumbo a la final.