Pedro Capó nació en Puerto Rico, en una cuna muy musical. Si bien sus inicios se dieron en una banda donde él fue la voz y la guitarra, pronto migró a Nueva York, donde su inclinación por el teatro musical le valió ser parte de los elencos de obras como “The Sweet Spot” o “Celia”. Asimismo, actuó en películas como “Shut Up And Do It” y “Paraíso Travel”.
En el año 2005 debuta como cantante solista con el álbum “Fuego y amor” que significó el inicio de su carrera como músico profesional. No obstante, el artista fue repartiendo su vida entre la música y la actuación, pero también ha desarrollado su lado autoral escribiendo canciones para otros artistas, disfrutando así al máximo de la creación a través del arte.
Hoy en día, “La neta” es el álbum que viene luego de su última producción “Munay” (2020), volcándose a un costado muy personal, según él mismo afirmó, ya que decidió hablar de temas que resultan comunes para todos los humanos pero que no estamos acostumbrados a observar.
“Estoy muy orgulloso de esta etapa y contento del recibimiento que está teniendo ‘La neta’, un disco importante para mí del que estoy muy orgulloso”, señaló el granador de varios Latin Grammy en conversación con ABC.
“Yo creo que hay que normalizar ciertos temas que deberían ser tan casuales como hablar del clima o hablar de fútbol. También se vale hablar de nuestros procesos incómodos y difíciles, de nuestra soledad, de nuestra tristeza, de nuestros miedos, de nuestras introspecciones”, aceptó el artista puertorriqueño.
“La gente buena no se entierra, se siembra” reza la canción “La fiesta” que es la que aborda el tema de la muerte desde una visión de gratitud y optimismo. “Hablamos de la muerte pero tratamos de buscarle una alternativa a la perspectiva, que no hable necesariamente de tenerle miedo absoluto cuando la muerte también es una invitación a disfrutar de este viaje que tenemos y es inevitable”, afirmó Capó.
Al respecto, el músico añadió que tanto este como otros temas “incómodos” hay que hablarlos empezando a mirarse a uno mismo. “Estos procesos difíciles como la depresión, la tristeza, la soledad, son temas que hay que poner sobre la mesa, y si voy a hablar de esas cosas pues yo creo que lo más justo es que empiece conmigo, de ¿cómo yo experimento y atravieso estos sentimientos, introspecciones y realidades?”, apuntó.
Capó argumentó que de eso se trata “La neta”. “Para mí fue un disco terapéutico, no solamente un trabajo que hice para sacar un disco. Fue un espacio de catarsis para mí hablar de ciertas cosas, navegar en ciertas aguas interesantes, hablar de ellas”, comentó.
En el desarrollo de la escritura de las canciones, donde plasmó estas vivencias, destacó haber pensado en la dinámica “de espejo y reflejo”, donde “lo que pasa uno lo pasa todo el mundo, atravesamos las mismas emociones de nuestras realidades, entonces me pareció bonito exponer lo mío primero y jugar a que resuenen”, aseguró.
En ese sentido, declaró que es muy importante saber reconocer los sentimientos y no juzgar lo que uno mismo está pasando y, mucho menos, hay que compararse con otros. “A veces siento que, especialmente con la tristeza o la soledad, nos ensimismamos, nos ahogamos un poquito, nos abrumamos y sentimos que estos son procesos exclusivos nuestros, especialmente en tiempos de redes sociales donde todo el mundo es curador de una vida perfecta y enseñamos solamente lo chévere. A veces uno se siente mal y mira Instagram y dice: “Todo el mundo la está pasando increíblemente bien y yo estoy en esta tristeza, qué inadecuado”, pero no, todos atravesamos este tipo de cosas y está bien estar mal, está bien hablarlo, es importante, de hecho, y de ser necesario buscar ayuda, apoyo, y así también saber qué le pasa al otro”, enfatizó.
Un proceso muy íntimo
Todo esto Pedro lo aplicó también al proceso de grabación, ya que el álbum fue grabado enteramente desde su casa, algo que también, según contó, se vio reflejado en el resultado. “Luego de atravesar la montaña rusa pandémica el hogar se volvió un espacio terapéutico, un lugar donde desahogarme, y eso trae al disco una vulnerabilidad y una transparencia palpable y particular que no sé si podría haber conseguido en otro espacio”, reconoció.
Para Capó ese lugar físico es también su espacio de todo, “de cocinar, de llorar, de reír, de aprenderme, de aprender a estar conmigo mismo, donde juegan mis niños cuando están aquí conmigo, entonces el disco es un reflejo de quién soy y la casa apoyó eso inmensamente”. Eso reconoció sobre el trabajo donde experimenta con diversos estilos musicales, jugando con sonidos de los 90, que van desde lo urbano y la balada, hasta un tema con aires de dance.
En cuanto al desarrollo sonoro, trabajó con productores como Diego Contento, Richi López y George Noriega, no obstante, afirmó que el norte se vislumbró gracias a su hijo de 17 años, quien le marcó el camino.
“El sonido y el concepto nacen de mi relación con mi hijo de 17, un tipo muy musical con quien tenemos una dinámica muy bonita de enseñarnos música. Él me muestra música actual que lo mueve y yo le enseño música de mi tiempo. Curiosamente la música que él me presenta tiene como raíz e influencia en su mayoría música de los 90 y eso es algo muy mío. Me pareció un camino a explorar, honesto, también con mis años en Nueva York, tiene un sonido de soul, lofi, así que por ahí nace el concepto sónico de “La neta”, detalló.
Acerca de esa decisión, aclaró que tomó la propuesta no porque fuera su hijo sino porque lo que trajo a la mesa “fue de peso, valor y de beneficio”. “Ellos son mis maestros, es bonito que sientan confianza sobre sus propuestas y contribuciones, por eso estoy agradecido con tener tres maestros, dos en desarrollo y uno enseñando colores sólidos”, precisó sobre sus tres hijos.
Colaboraciones enriquecedoras
Pero además de estos aportes, han formado parte de este álbum dos voces distintas, el rapero puertorriqueño Ñejo en el tema “Ojos claros” y la cantante argentina Lali Espósito en “Una vez más”.
Al escribir “Ojos claros”, Capó afirmó que tenía en mente a alguien “que rapeara vieja escuela, pesado, con calle, y eso Ñejo trae eso de toda la vida; a él le encantó la canción, conectó de una y metió lo suyo, porque yo nunca le dije por dónde ir, fue dueño de su espacio creativo, no solamente sumó sino que elevó la canción”, expuso.
“Lali igual. Es una artista que respeto muchísimo, súper versátil. Además es increíble en estos tiempos cuando un artista te responde pronto, especialmente alguien tan exitosa y ocupada como ella. El mismo día que le hablé me contestó, escuchó la canción, conectó y en cuestión de nada tenía el trabajo de vuelta. Con ella hemos trabajado en dos o tres ocasiones el lado explorativo y en el escenario estuvimos juntos una vez, pero es la primera vez que documentamos una canción y contento con los resultados”, indicó.
En estos procesos de colaborar y de abrirse a trabajar con otras personas, Capó aseguró que es esencial mostrarse vulnerable, algo que para él es sencillo gracias a su bagaje como actor, algo que también recordó en esta entrevista.
“Tanto el ser actor como cantante son cosas simbióticas, se apoyan la una a la otra porque son cosas interpretativas. Esa vulnerabilidad es necesaria para interpretar más allá de hacer una imitación o exageración paródica, porque hace falta cierta desnudez y honestidad. La actuación me ayuda a desenvolverme en el escenario, especialmente el teatro musical”, sostuvo.
Cerrando el círculo de su mundo artístico, también habló de su faceta como escritor, pues ha llegado a escribir para Ricky Martin o Reik por citar algunos. “Para mí es el máximo de los cumplidos que un colega exitoso que ama lo que hace confía en tu propuesta para hacerla verdadera en su propia piel”, observó sobre eso.
Este proceso para él se divide en diferentes formas, ya que puede trabajar solo o sentarse a idear con cada artista. “Me gusta saber dónde están emocionalmente, escuchar la música que están escuchando, jugar desde ahí, pero me honra mucho hacer algo que es divertidísimo para mí”, planteó Capó quien se encuentra disfrutando de esta nueva etapa en su vida.
Hacia nuevos horizontes
Así, luego de “soltar” el nuevo disco, comentó que se encuentra ya en un nuevo proceso de trabajo. “Hay como un sentimiento agridulce porque uno se entrega en este proceso de desahogo, de expresión y lo suelta al mundo, como los niños cuando llegan a su mayoría de edad”, dijo entre risas.
Al salir las canciones, añadió, “ya depende de tantas variantes como de la gente con su percepción”. Afirmó tener, obviamente, “la ilusión de que conecten”. “Me da mucha ilusión luego de tener ese nuevo bebé el regresar al estudio y crear algo nuevo”, cerró Capó.