Dueño de una gran actitud y un carisma que lo mantuvo en constante conexión con el público, Billy Idol ofreció este jueves su primer concierto en Paraguay, enmarcado en su gira “The Roadside Tour”. El cantante británico reunió a un público, en su mayoría por arriba de las cuatro décadas, que acompañó bailando y coreando las canciones.
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Justamente fue “Dancing with myself” el punto de partida de este show, con Billy Idol arengando al público en el medio de la canción. “¡Paraguay vamos. Bailemos!”, exclamó en inglés. Abajo la gente se sacudió, cantó y disfrutó de este gran éxito bailable.
Seguidamente llegó “Cradle of love”, una canción un poco menos bailable, pero que mantuvo al público con la energía bien alta. “Es adorable estar acá en Paraguay. Espero que pasen un buen momento”, señaló el cantante a modo de saludo, para luego dejar a Steve Stevens multiplicar los sonidos de su guitarra haciendo que parezcan tres y no una sola.
De espaldas al público, Billy Idol se sacó la camisa y la campera. Se desnudó el torso y realizó en escena el primer cambio de vestuario de los cuatro que hizo a lo largo de los 90 minutos del show. En uno de ellos regaló al público de una de las remeras que vistió.
“Flesh for fantasy” sonó potente y marcó uno de los grandes momentos de la noche, con el público levantando los puños en alto y acompañando el ‘flesh, flesh’ del coro. “Gracias por ser una audiencia tan fantástica”, agradeció después el cantante.
Su más reciente sencillo, “Cage”, también resonó en la noche asuncena. La canción presenta un sonido bien actual, con enormes chances de convertirse en un hit radial, y que también fue muy bien recibida por el público.
Un ritmo bien marcado en la batería abrió el paso a “Speed”. Luego llegó “Bitter taste”, canción a la que Billy Idol definió como su favorita del EP “The Roadside”, publicado el año pasado.
La velocidad del ritmo comenzó a bajar, Steve Stevens tomó una guitarra electroacústica y con un notable solo marcó la introducción de otro de los grandes éxitos de Billy Idol: “Eyes without a face”. La balada rockera fue fuertemente coreada y celebrada.
Así como también el otro inmenso solo que entregó Stevens después, que incluyó parte de “Stairway to heaven” de Led Zeppelin, que el público acompañó coreando.
Anticipo del EP “The Cage”
El ritmo volvió a subir con otro de los grandes hits de Billy Idol, “Mony Mony”, que puso al público a bailar y celebrar esta canción bien bailable. El artista aprovechó el encuentro con el público para anticipar “Running for the ghost”, otro de los temas de su EP “The Cage” que saldrá el próximo 23 de septiembre, y que fue recibida con una ovación.
“One hundred punks” llegó con un sonido bien punk, que culminó con Idol tirando al público los palillos de la batería. Luego embarcó al público en viaje a través del “Blue Highway” y culminó con el enérgico grito de “Rebel Yell”. A esta última, Steve Stevens sumó los sonidos de una pistola de juguete.
“Me podría quedar acá toda la noche”, expresó en otro momento Billy Idol. En varios tramos del show, el cantante colocó su micrófono en su cinto, casi como un cowboy guardando su arma para arremeter en otro momento. Y así lo hizo después con “Born to lose”, trayendo nuevamente el toque punk a la noche.
El cierre llegó con la enérgica “White wedding”, que se destacó con sus guitarras bien rockeras. “Quiero agradecerles por hacer mi vida tan genial”, expresó a modo de cierre el cantante, para presentar a su banda conformada por músicos de Inglaterra y Estados Unidos.
Además de Stevens lo acompañaron brillantemente en escena el baterista Erik Eldenius, el guitarrista Billy Morrison, el bajista Stephen McGrath y el tecladista Paul Trudeau. La puesta en escena fue sencilla, con una pantalla en la que se proyectaron los fondos que remitían a una ciudad dominada por Billy Idol, con un impresionante efecto 3D.
La apertura del concierto estuvo a cargo de la agrupación local Garage 21, que elevó la temperatura de la noche con su sonido punk rock. El trío alternó entre las voces de Panchi Galarce y Ale Frontanilla, mientras Tavo Silva descargó toda su potencia en la batería con canciones como “Tan cerca”, “Adiós General” y “Mientras tanto”.