J. Balvin no habló directamente de la polémica sesión de rap de Residente y en su cuenta de Instagram compartió una serie de historias, en las cuales se lo podía ver visitando el barrio de La Boca, en Buenos Aires, en medio de la euforia de sus fanáticos.
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Llamativamente, en una de estas historias, el intérprete de “In Da Getto” aparece sorbiendo de una bombilla, utilizada para tomar mate o tereré. Gracias a un filtro su rostro se multiplica de manera psicodélica y su dentadura parece de oro.
Al principio parece saludar con el popular “olúo”. Después, desgrana una frase indescifrable, aparentemente en un intento de pronunciar algo en guaraní - o de parodiarlo-. Termina su inentendible intervención con el “piko” característico de la manera de hablar de los paraguayos, una alocución que implica extrañeza
¿Qué pensás que quiso decir J. Balvin en su historia?