Ricardo Flecha cerró el pasado viernes 26 de noviembre la gira “La guarania florece en los territorios de la patria”, con un concierto frente al Panteón de los Héroes. Un recorrido que empezó en agosto y que lo llevó a actuar en diferentes sitios como Ypacaraí, Itauguá, Villarrica, Alto Paraná y Escobar.
La misma se realizó en el marco de las actividades que promueven la postulación de la guarania como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad ante la UNESCO.
Con este objetivo, de desperdigar, difundir y perpetuar la guarania, Ricardo ya presentó varios proyectos que la ponen como protagonista, de manera a que el género no sea olvidado en el tiempo. Y lo que es mejor, le ha dado condimentos nuevos como aporte, ya sea haciéndola sonar en voces de artistas internacionales como en su disco “La guarania crece sin fronteras”, con el que destaca cómo la guarania sirvió de inspiración a artistas más allá de nuestras fronteras; o promoviendo a las guaranias de compositores jóvenes en su disco “La guarania crece en los territorios del agua”, que incluyó obras de Hugo Ferreira, David Portillo, Cristian Silva, Norma Ávila, Juanjo Corbalán, Ángel Molina y Jaime Zacher.
Mágica guarania
El escenario montado sobre la vereda generó un clima de intimidad, ya que la gente podía estar cerca de los artistas. Además, el público fue creciendo en número conforme avanzaba el concierto en el que Flecha estuvo acompañado de sus compañeros de siempre: Óscar Fadlala en teclas y Gabriel Colmán en guitarra.
Ese trío que se conoce a la perfección suena con comodidad y eso hace que cada interpretación sea de calidad. Obviamente el repertorio estuvo conformado por guaranias no solo de José Asunción Flores sino de otros referentes a los que Flecha brindó homenaje, afirmando que no debemos olvidar a los cultores también de las polcas. Así recordó a Carlos Federico Abente, Agustín Barboza, Carlos Miguel Jiménez, Eladio Martínez, Herminio Giménez, Demetrio Ortiz, como también a Atahualpa Yupanqui.
Además, tuvo invitados especiales que entonaron con él guaranias como también temas nuevos, siempre en la línea que traza Flecha de apoyo y visibilidad a jóvenes talentos.
“Che pykasumi” y “Ñane aramboha” sonaron junto a la sensible pero potente voz de Susan Zaldívar, quien cargó a su interpretación de dulzura y emoción.
Luego, en compañía de su sobrino Hugo Flecha hizo “Mokõi kogoe” y “Ñasaindy”, en un momento de gran conjunción de talento familiar, pues el cantante porta una voz con personalidad propia pero con el sello “Flecha” inconfundible del compromiso por cada palabra cantada.
El último invitado fue Roberto “Chirola” Ruiz Díaz, que a pesar de venir de un mundo musical completamente diferente se jugó por imprimir emoción para llevarse aplausos cantando “Mis noches sin ti” en una fusión con “Mi pequeño amor”, afirmando que salía de su zona de confort. También llevó su universo haciendo “Hemisferios”, de su banda La de Roberto, y “No da lo mismo”, tema lanzado con Berta Rojas.
Con “Ñemity” Flecha proponía una emotiva despedida, pero la gente, que cantaba, aplaudía y bailaba, derrochando emoción y alegría, exigió más canciones. Así llegaron “Lucerito Alba” y “Regalo de amor”.
Mientras, el viento traía las melodías de canciones de The Beatles, de un concierto realizándose a metros en otra plaza. Flecha bromeaba que dicho grupo y Flores tenían mucho en común, y es cierto que la música de grandes creadores traspasa toda frontera, las geográficas y las del corazón.