“Tú, el Supremo” es una antología cuyo título alude a una anécdota ocurrida en 1989 cuando Augusto Roa Bastos fue galardonado con el Premio Cervantes. “El escritor colombiano Gabriel García Márquez le envió un telegrama con un breve, pero elocuente mensaje: ‘Tú, el Supremo’. Así, el nobel colombiano sintetizaba la inmensa estatura literaria del autor paraguayo”, destacó la Editorial Rosalba.
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Este libro de cuentos busca rendir un homenaje al 50° aniversario del lanzamiento de “Yo el Supremo”, considerada la obra cumbre de Roa Bastos. El material, que se constituye en el décimo número de la Colección “Hipálage” será presentado este miércoles 30 a las 19:00 en la Biblioteca y Archivo Central del Congreso Nacional (Río Ypané c/ Cnel. Paulino Alén Benítez).
Mirta Roa, hija del escritor y representante de la Fundación Augusto Roa Bastos, tendrá a su cargo la presentación de esta antología compilada por Javier Viveros. El libro reúne relatos de Eder Acosta, Ricardo Benítez Rolandi, Blas Brítez, Rolando Duarte Mussi, Marco Augusto Ferreira, Alcibiades González Delvalle, Ricardo Loup, Irina Ráfols, Juan Ramirez Biedermann, Gilberto Ramírez Santacruz y Verónica Rojas Scheffer.
“Cincuenta años han pasado desde que la voz tonante del Supremo se hiciera oír, subrayando desde el principio su preeminencia incontestable. El verbo se hizo tinta. Este libro no es más que una cartografía de ecos, un conjunto de esquirlas incendiarias que orbitan el tótem literario, esa máquina polifónica en permanente generación de sentido que es Yo el Supremo”, expresó Viveros en las notas que aparecen al inicio del libro.
Destacó además que cada cuento “conversa directa o cegada-sesgadamente con la novela de Roa Bastos, añadiendo voces a esa sombra frondosa que se proyecta con violencia inercial hacia lo indecible”.
“Intertextos en los intersticios. Se entrecruzan los hilos de estas narraciones, se tensan, dialogan entre sí y urden un tapiz que por efecto de pareidolia trae reminiscencias del texto supremo”, añadió el compilador.
Detalló también que cada uno de los once autores “ha hilado su propio entramado, tejiendo un derrotero individual en este viaje sobre un mar inabarcable, manchado de ininventariables archipiélagos de referencias”.
“Los once cuentos rinden tributo, no desde la sumisión, sino desde la reinvención, al texto fundacional que vence el tiempo y desafía el desabrido corsé de las taxonomías; los once cuentos inventan y reinventan el Paraguay con los recursos de la literatura”, remarcó.