“Historia de un jabalí o algo de Ricardo” se coronó como la Mejor Obra y también le otorgó a Jorge Báez los premios a Mejor Actor Principal y Mejor Director.
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Báez, que lleva adelante este unipersonal escrito por el dramaturgo uruguayo Gabriel Calderón, celebró a las grandes figuras o “jabalíes” de nuestro teatro nacional como Jesús Pérez, Margarita Irún, Hedy González Frutos, Erenia López, entre otros.
Otra de las grandes ganadoras de la noche fue “Ecos de una voz: Guillermina Kanonnikoff” que obtuvo los premios Edda a la Mejor Obra de Teatro Social, al Mejor Libreto Original por el trabajo de Giancarlo Pomata y Nicolás Sotomayor; y Mejor Actriz de Reparto por la labor de Sandy Molas.
La propia Guillermina Kanonnikoff acompañó al equipo de la obra y afirmó que estas cosas, que permiten hacer memoria, hacen que su lucha en tiempos de dictadura haya valido la pena. “Para nuestra patria que necesita surgir”, expresó. El público acompañó al grito de “¡Dictadura nunca más!”.
La obra “Ay, Dios Mío” se quedó con el Edda a Mejor Comedia y también al de Mejor Actor de Reparto por el trabajo de Matías Miranda. En tanto, el premio a Mejor Drama fue para “Torres Cué, bajo la sombra de una bruja”.
Kiara Nicora y Aldo Valdez fueron los ganadores del Premio Revelación, mientras que el Premio de Honor “María Elena Sachero” fue para Agustín Núñez, quien invitó a “no perder el espíritu de lucha”.
Durante la ceremonia también se destacó al teatro callejero con homenajes a Jorge “Bochín” Brítez, Marisa Cubero, Moncho Azuaga y Teresa González Meyer.
El Edda a la Mejor Actriz Principal fue para Panambi Scalamogna por su trabajo en “La Central”.
“El laberinto de Charles Perrault” se consagró como Mejor Obra Infantil, mientras que “Los Verdaderos. Sí, somos nosotros” conquistó el premio al Mejor Show de Humor y “Traversata”, a la Mejor obra de Teatro Danza.
El Edda a Mejor Diseño de Arte fue para “El habitante”, mientras que “Flex” se consagró como Mejor Producción.
En varios momentos de la ceremonia se exigió el pago de los fondos municipales al grito de “¡Desembolso ya!”.