Gutiérrez Aragón mantiene a Cuba en el recuerdo sin renunciar al cine ni a la literatura

Celia Agüero PeredaTorrelavega (España), 10 nov (EFE).- El director y escritor español Manuel Gutiérrez Aragón, que sigue recordando Cuba, la tierra de sus abuelos, tiene intención de seguir escribiendo, no descarta volver a hacer una película y nunca se decantaría entre el cine y la literatura porque, "de alguna manera, están unidos por la narración".

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"Por el momento, me limito nada más que a ser espectador de la vida", afirma a sus 82 años en una entrevista con EFE con motivo de la presentación en la ciudad de Torrelavega, donde nació, el libro de sus memorias, titulado 'Vida y maravillas'.

Gutiérrez Aragón viaja en esta obra por los lugares en los que estuvo a lo largo de la vida, comenzando por la tierra que lo vio nacer, la región de Cantabria, en el norte de España.

Pero también por otros como Cuba, de donde son sus abuelos, para recordar cómo fue la revolución; o por China y su "cambio del comunismo al capitalismo".

"No es un testimonio especialmente nostálgico en ninguna parte del libro, seguramente sea un libro distraído porque pasan muchas cosas (...) Es un poco como si fuera una novela basada en un personaje que da la casualidad que soy yo", explica.

Miembro de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el cineasta y literato asegura que todas sus historias nacen en Cantabria o tienen relación con esta tierra debido a su "imaginario cántabro".

"Es un puente que hago entre mi Cantabria natal y Cuba, que es casi prenatal, porque es de mis abuelos y, en realidad, nunca me he ido de Cantabria", añade.

¿Cine o literatura?

Para Gutiérrez Aragón, el guión de cine tiene mucho de literatura porque se basa en construir personajes e historias.

En su caso, empezó a contar cuentos, luego continuó por la escritura, para terminar en el cine y volver a la literatura. "Si la vida es un viaje, hay que continuar y yo seguiré escribiendo", asegura.

El director admite que lo ha pasado "muy bien y muy mal" durante sus años en el cine, que, a su juicio, es un arte que se puede comparar con la vida: "Cuando haces una película, vives una vida completa, con su desarrollo, su parte media... y cuando se acaba, es como morirse un poco".

En el cine, agrega, "siempre hay algún problema de algún tipo y las cosas no son siempre como quieres que sean", mientras que la literatura es "mucho más plácida".

"Echo mucho de menos el cine, pero yo no me decantaría nunca entre el cine y la literatura, porque de alguna manera están unidos por la narración", subraya.

Dejar el cine, una decisión dolorosa

Gutiérrez Aragón recuerda lo "doloroso" que fue dejar el cine después de su última cinta, 'Todos estamos invitados' (2008), aunque cree que se apartó "a tiempo" porque ya no sentía "entusiasmo por casi nada" y para hacer una película "es necesario un esfuerzo físico que es vital".

En esa época, según el director, ya "no era tan fácil" hacer películas porque había menos presupuesto y habían cambiado tanto el público como él mismo.

"Lo echo mucho de menos, no por la manera de narrar, sino por el contacto con la gente, con los técnicos, con los actores... no fue una decisión fácil", apostilla.

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