“Frida Kahlo: Museo sensorial” es la tercera muestra inmersiva de este tipo que se presenta en nuestro país, buscando celebrar el legado de grandes exponentes del arte universal como Vincent Van Gogh y Leonardo Da Vinci. Esta actividad cuenta con varias áreas que recrean diferentes aspectos de la vida y obra de la pintora mexicana, para luego centrarse en un espacio de proyecciones en 360 grados.
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El arte de Frida Kahlo está muy ligado a su experiencia de vida, que fue marcada por un terrible accidente que sufrió a bordo de un ómnibus. En esta muestra, que cuenta con el respaldo de la Familia Kahlo, se pueden encontrar diferentes objetos y escenarios especiales que buscan recrear la vida de la artista.
En el acceso al museo sensorial se puede encontrar un arco, recubierto con papel al estilo de las piñatas mexicanas, que impresiona con su meticuloso trabajo. En la antesala al recorrido hay experiencias para peinarse al estilo Frida y también están artistas locales exhibiendo su trabajo inspirado en la pintora mexicana.
La primera sala del recorrido ofrece una réplica de uno de sus vestidos y una suerte de galería con reproducciones de sus cuadros, donde una iluminada versión de “Las dos Fridas” se roba la mirada. Las otras, lastimosamente, no logran capturar a pleno los colores vívidos que tienen las obras originales de la artista.
Otro espacio recrea el laboratorio fotográfico del padre de Frida, con diversas imágenes y proyecciones. Más adelante aparecen otras réplicas de sus trajes, además de la silla de ruedas utilizada por la artista y del corsé de yeso con sus pinturas. Al fondo del pasillo está ubicado un altar de muertos, que captura los principales componentes de esta tradición mexicana.
Antes de llegar a la sala de proyecciones en 360 grados, se atraviesa por un sombrío espacio que recrea de una manera artística el accidente del bus. Algo que ocurre con esta muestra es que si uno no está muy compenetrado con la historia de Frida Kahlo, al no tener una guía hay detalles que probablemente se van a pasar por alto.
La sala inmersiva ofrece un llamativo montaje audiovisual basado en fotografías y en los cuadros de la artista, que recubren el piso y las paredes con las proyecciones, acompañados de música. También a lo largo del recorrido se pueden escuchar algunos audios con la voz de la artista.
La última parada de este museo sensorial tiene como protagonista a la realidad virtual, con unos visores y controles para explorar creaciones digitales inspiradas en la historia y en las obras de Kahlo. El recorrido completo tiene una duración aproximada de una hora.
Si su intención es salir de esta muestra conociendo a profundidad diversos detalles de la vida de Frida Kahlo, es probable que salga un poco decepcionado. No obstante, cuenta con un muy buen trabajo de arte, por lo que esta experiencia podría considerarse más como una celebración a su legado.
El “Frida Kahlo, museo sensorial” está abierto de lunes a viernes de 14:00 a 21:00, los sábados y domingos de 11:00 a 21:00. Las entradas se venden en la Red UTS con entradas generales a G. 100.000 para adultos y G. 50.000 para niños de hasta 12 años. Para el sector VIP cuestan G. 190.000.