“Danielito, mi querido nietito, no te olvides nunca la noche en la que tu abuelo triunfó”. Esa frase está guardada no solo en la memoria, sino también en el programa de mano que Daniel atesoró a sus 11 años, de la noche en que Astor ofreció un concierto en el Teatro Colón junto con la Orquesta Filarmónica en 1983. La frase quedó escrita, la inspiración abrazó al músico y él así lo recuerda.
Hoy, en ese mismo escenario que también reabre sus puertas para dar lugar a esta gala, Pipi tocará con Escalandrum para presentar “100”, con invitados como Chango Spasiuk, Gustavo Bergalli, Elena Roger, Jairo, Raúl Lavié y más. El concierto será a las 20:00 (hora de Paraguay) y podrá verse por streaming en vivo de forma gratuita a través de www.teatrocolon.org.ar.
Escalandrum, que viene de recibir tres Premios Gardel por su último disco “Studio 2”, editó “100” con diez temas de la autoría de Astor, pero reversionándolos con su particular mirada que fuera definida como “la música de Buenos Aires del siglo XXI”. El álbum fue grabado entre Abbey Road, de Londres, y los Estudios ION, de Buenos Aires, con la emotiva novedad de incluir una grabación inédita de un solo de bandoneón de Astor realizada a mediados de los años 70 en ION y cedida por Osvaldo Acedo. Dicha grabación pasó a ser la introducción de la Suite Troileana, que luego completa Escalandrum en este disco editado por Warner Music Argentina.
Los temas incluidos en “100”, catorceavo disco de este grupo, son: Primavera Porteña, Soledad, La Muralla China, Milonga en Re, Intro de Bandoneón, Zita, Whisky, Escolazo, Adiós Nonino y Michelangelo 70.
Además de Piazzolla, el grupo está integrado por Nicolás Guerschberg en piano, Mariano Sívori en contrabajo, Gustavo Musso en saxo alto y soprano, Damián Fogiel en saxo tenor y Martín Pantyrer en clarinete bajo y saxo barítono.
Legado inmortal
“Me pone muy feliz porque por un momento pensé que no se iba a poder hacer nada, y la verdad es que mi abuelo se merece lo que está sucediendo, como que el Teatro Colón reabra sus puertas, que es algo increíble”, expresó Pipi en comunicación telefónica con ABC Color sobre el acontecimiento que celebra a Astor, bandoneonista y compositor que fue criado en Nueva York y que estudiara en Europa, y cuya existencia significó la renovación del tango, al añadirle elementos jazzísticos o incluso de la música clásica.
Fiel a la visión musical de su abuelo, Escalandrum también empuja los límites de los estilos ofreciendo su identidad particular al no contar con, por ejemplo, el bandoneón característico del tango en su conjunto.
Pero esta no es la primera vez que el grupo aborda la obra de Astor, ya que el primero fue “Piazzolla plays Piazzolla” lanzado hace ya diez años. Luego lanzaron “Las cuatro estaciones porteñas (proyecto eléctrico)” y más adelante “3001 – Proyecto Piazzolla” con la cantante Elena Roger, recurrente colaboradora de Escalandrum.
Sobre “100” Pipi resalta la Suite Troileana, “una obra que teníamos muchas ganas de tocar hace tiempo porque a mí me encanta y mi papá la tocaba cuando yo era chico con el octeto electrónico de mi abuelo”, recordó. También subrayó el “Adiós Nonino” que tiene “tiene todos los ‘Adiós Nonino’ en uno solo: el del noneto, el sinfónico, el del quinteto y del octeto electrónico”. Además, continuó destacando, rescataron “una introducción de bandoneón que nunca fue editada, así tocamos junto a mi abuelo durante seis minutos”. Sobre ese registro detalló que lo tenía el dueño de Estudios ION, y fue él mismo quien había grabado a Astor. “Él la tenía guardadita ahí y cuando fuimos a grabar me la mostró y me volví loco. Fue totalmente una sorpresa grande escuchar a mi abuelo nuevamente haciendo un solo que nunca había escuchado antes. Fue impresionante y poder tocar junto a él más aún”, remarcó.
“Para nosotros siempre es un desafío y creo que para cualquier músico del planeta tocar Piazzolla”, aceptó también Pipi sobre la música a la que, consideró, “hay que tenerle un respeto tremendo”. Pero ahora ya más de veinte años después de haber comenzado con Escalandrum sienten comodidad y “ahora más que nunca”. “Le fuimos encontrando la vuelta, nos fuimos apropiando y tratando de meterle nuestro estilo y nuestro sonido sin faltarle respeto a la obra”, señaló.
Lo difícil, pensó, es que las melodías de Astor son inconfundibles, y parte del reto es entonces dejar esa impronta propia. “Nuestra intención no es no parecerse, porque parecerse a un genio es lo mejor que te puede pasar”, observó entre risas, pero confirmó que su identidad ya desde el no uso del bandondeón es otra. “Ahí ya la orquestación es otra, es otra la sonoridad, tenemos un encare más jazzero con mucha improvisación, así que es un poco nuestra visión. Pero Astor Piazzolla es un faro que siempre vamos a seguir”, recalcó.
Impacto en el tiempo
Pipi precisó que lo interesante hoy en día es reconocer cómo la figura de Astor abrió múltiples caminos e impactó en otras generaciones. “A mí me gusta mucho el Quinteto Astor Piazzolla”, mencionó, además de observar que le gusta mucho cuando se arman los octetos electrónicos o cuando los intérpretes de bandoneón se presentan con orquestas sinfónicas. “La verdad que hay infinidad de gente interpretando Piazzolla. Yo estuve tocando hace un mes atrás por España con Federico Lechner con un grupo que se llama Piazzolla x 100, que suena increíble. También está Pablo Aslan desde Nueva York que hace cosas muy interesantes, o Paquito D’Rivera, Emilio Solla que está sembrando camino, o Guillermo Klein. Si bien en la mayoría de los casos no tocan la música de Piazzolla es como que continúan y eso está muy bueno”, sostuvo.
“Yo creo que mi abuelo fue un adelantado porque hizo lo que hizo en la década de los 50”, precisó, y en ese sentido aseguró que lo fundamental hoy en día es la facilidad de poder conectar con lo que pasa a nivel musical en todo el mundo gracias a la tecnología. “Hoy en día que está todo conectado escuchar todas las influencias y grandes músicas que hay en el mundo para mezclarlas y ver qué pasa es muy atractivo, sobre todo eso de buscar nuevos sonidos”.
“Él inspira todo. Inspira su música, sus biografías, las locuras que hacía. Nos inspira mucho en todo sentido”, concluyó Pipi sobre la onda expansiva que sigue significando la música de Astor y todo lo que genera a su paso.