Tercer Espacio sigue abriendo múltiples caminos para la danza

Como una plataforma para difundir así como también para producir y desarrollar la danza contemporánea, en 2011 nació Tercer Espacio Colectivo Artístico, de la mano de las intérpretes, docentes y coreógrafas paraguayas Gloria Morel, Jazmín Derbas y Paola Ferraro.

“Karaoffice” fue una de las puestas dirigida por Hilario Godoy.
Hugo Rojas y Gloria M. Morel en “Jetopa”.
“Entre la vigilia y el sueño”, también con dirección de Hilario Godoy, fue otra de las tantas producciones realizadas.
“La nota azul”, de Gloria M. Morel, fue una obra que conjugó la danza contemporánea con el jazz y la música en vivo.
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El interés principal de este grupo es “trabajar la multidisciplinariedad a partir de laboratorios de creación y desarrollo artístico, abriendo espacios de trabajo para compartir y generar acciones orientadas hacia la búsqueda y promoción de una expresión propia”.

Proponiendo desde intervenciones en espacios convencionales y no convencionales hasta videodanzas experimentales y proyectos formativos, este emprendimiento colaborativo continúa hoy fomentando incluso iniciativas de otros artistas a través de proyectos de gestión, circulación y creación local e internacional, inyectando “vitalidad y espíritu innovador en el país”, según afirman las creadoras.

Asimismo, explican que la idea de Tercer Espacio surge “a partir del cuestionamiento como artistas sobre cómo podemos acercar el arte a otros sectores sociales, públicos y espacios”. En ese sentido, se preguntan “¿cómo hacemos para cultivar y activar la participación, diversidad, pensamiento e identidades creativas desde el país en que habitamos?”.

Ellas explican que “los procesos de creación y proyectos se realizan desde un intercambio constante entre discurso y trabajo, permitiendo el cruce de lenguajes artísticos en diálogo para generar vías de incubación de nuestras ideas, las cuales parten desde un espacio común: nuestras vivencias, historias y necesidades actuales”.

Aunque la actual crisis sanitaria representó dificultades para la realización de actividades en el campo escénico, Tercer Espacio Colectivo Artístico continuó desarrollando acciones y proyectos durante la pandemia. Tal es así que realizaron colaboraciones para diferentes iniciativas virtuales, como el Proyecto Movimiento Danza (Paraguay) y diálogos online con el Ciclo Charlas de Sur a Norte, iniciativa de LaRodán (red de movilidad escénica – México), además de otros encuentros en redes sociales, donde compartieron sus experiencias, visiones y expectativas respecto a las problemáticas que sigue afrontando el sector cultural.

Así, a través del tiempo la plataforma se enfocó en desarrollar cuatro ejes: creación, intercambio, investigación y formación (de la mano del Ciclo LaRonda). En lo que respecta al eje de “creación” cuentan que dos producciones previstas inicialmente para el 2020 se concretarían este año y significarían el ansiado retorno del colectivo a la presencialidad. Una de ellas es “Todo sobre el Tatami”, obra escénica inédita bajo la dirección de Roberto Cardozo, con apoyo de Fondos de Cultura de Proyectos Ciudadanos. La misma se estrenará el 13 de marzo próximo, a las 20:00, en Sala La Correa (Gral. Díaz 1163 e/ Hernandarias y Don Bosco), con funciones sábado y domingo hasta el 21 de este mes.

El elenco de intérpretes está conformado por las integrantes de Tercer Espacio Colectivo Artístico, junto a reconocidos músicos y actores de la escena local. Vale señalar que esta obra de danza conjuga elementos de la música, teatro y artes marciales, apelando a la metáfora de un espacio de entrenamiento marcial para colocar diversos conflictos que atraviesan la cotidianeidad de sus personajes.

El otro proyecto programado, denominado “Translocadas”, es una residencia artística financiada por el Programa Iberescena. El proyecto consiste en un intercambio entre artistas de Argentina, Brasil, Colombia y Paraguay, el cual se estará efectuando a mediados de 2021.

Siempre en el eje de “creación” el registro de la obra de danza “La nota azul”, de Gloria Morel, fue parte de la programación en la Semana de la Cultura y la Diversidad 2020. Posteriormente, en diciembre de ese año y hasta enero del presente, estuvo disponible una temporada virtual de la obra en la plataforma Passline con acceso a varios países del mundo.

Cabe destacar que “La nota azul” también fue seleccionada por la curadoría del Festival de Artes Escénicas de Bauru (São Paulo, Brasil), donde participará de su edición online y será transmitida hoy en el canal de YouTube Face Bauru, a las 20:00 (hora de Brasil y Paraguay), con acceso libre.

Desde el eje de “investigación” contaron que se encuentra pendiente la difusión de los resultados del proyecto “Danza Bajo la Lupa: Experiencias de profesionalización en Asunción y área metropolitana”, pesquisa desarrollada por Ferraro. Dicha propuesta contó con el apoyo del Fondo de Investigación para las Artes de la Municipalidad de Asunción y “un gran equipo humano detrás aportando”.

Asimismo, indicaron que desde inicios de la pandemia se vieron en la necesidad de suspender momentáneamente las actividades del eje de “formación”, “dadas las difíciles condiciones económicas y de movilidad que la crisis sanitaria generó en el sector”. En dicho marco, la última actividad del eje de formación fue realizada en febrero de 2020 y contó con la presencia del maestro Martin Piliponsky (Argentina), quien dictó varios talleres de movimiento en instituciones públicas y privadas, entre ellas, la Universidad Nacional de Asunción.

Breve recuento

A lo largo de los años fue fructífero el desarrollo de las actividades y proyectos de Tercer Espacio llegando a estrenar obras como “Dedanse Jazz”, con dirección de movimiento de Laura Cuevas, Gloria M. Morel y Tamara Nayar; “Entropía”, videodanza bajo dirección general de Gloria M. Morel; o “Jetopa”, dúo de danza contemporánea por Hugo Rojas y Morel.

Igualmente estrenaron las obras de danza teatro “Karaoffice”, “Mombe’u gua’u”, “Entre la vigilia y el sueño”, con dirección de Hilario Godoy. En cuanto a producción o difusión de obras se encuentran “Pipo”, circo teatro con dirección de Félix Salas; “Al vuelo de polillas”, danza aérea y contemporánea por Jazmín Derbas, Wendy Garay y Arnaldo Parma.

Además se realizó la presentación en el festival de Dança a Deriva de la obra “Entre tú y yo”, danza contemporánea con dirección de Wal Mayans, y como coproducción las obras “Museo de mujeres mudas”, con dirección de Leif Firnhaber (Paraguay-Alemania) y “Translocadas”, dirigida por Mauro César (Brasil).

En cuanto al trabajo con LaRonda, ciclo anual de entrenamiento, actualización y fomento a la creación originado en 2017 para circulación de maestros nacionales e internacionales, se contó con talleres de formación de la mano de Daniel Payero Zaragoza (Argentina), Leif Firnhaber (Paraguay-Alemania), y se llevó a cabo el Encuentro de Danza y Educación Superior, que tuvo participación y propuestas de estudiantes y docentes de la carrera de Danza (Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte – Universidad Nacional de Asunción), el Departamento de Danza del Instituto Superior de Bellas Artes e invitados internacionales, entre otras actividades.

Sembrando el trabajo colaborativo

En un espacio reflexivo y de mirar el camino recorrido, siempre con miras a seguir realizando obras, talleres, y muchas más actividades de formación, intercambio y de desarrollo cultural, Morel, Derbas y Ferraro hablaron con ABC Color.

¿Qué factores las animaron a crear un colectivo independiente?

Un primer aspecto refiere a la necesidad de sumar esfuerzos. Individualmente cada una venía desarrollando un camino personal con la producción en danza, pero vimos que si uníamos esfuerzos el alcance de nuestras acciones era mucho mayor. La labor colectiva permitía alivianar tareas, pero también construir un espacio compartido de trabajo para afinar experiencias personales y aprender de las compañeras. Por otro lado, la independencia a nivel creativo era algo que también nos unía. El interés y la necesidad de llevar a cabo propuestas escénicas, pedagógicas e investigativas desde un lugar de autonomía siempre fue fundamental, pudiendo decidir qué producir, cuándo producir, sobre qué hablar y con qué lenguajes y estrategias estéticas y políticas hacerlo.

En cuanto a la creación de obras ¿qué caminos creen que son necesarios seguir explorando?

Por un lado, consideramos que lo más difícil es dar el tiempo a las obras y trabajos para que maduren. La creación tiene sus pausas y asimilaciones y a veces cuesta reconocer eso. Toma tiempo saber que los elementos puestos en juego en la escena deben costurarse con coherencia, exige entrar y salir del trabajo constantemente, y en la actualidad estamos acostumbrados a pasar de una obra a otra sin dar a las mismas el respiro que necesitan. En danza casi siempre las temporadas son cortas y esto no permite a la obra crecer, hacerla muchas veces exponiéndose a todo tipo de público, dado el carácter auto-gestionado de los colectivos independientes. Consideramos importante seguir explorando elementos que puedan unirnos escénicamente: un lenguaje corporal que pueda ser común a nosotras, dado que venimos de diversas experiencias de formación con danza. Y a su vez, contar con una línea estética y dramatúrgica que nos una. Son tareas pendientes.

¿Por qué es vital que existan colectivos artísticos con propuestas diferentes o alternativas a las compañías oficiales?

En parte se trata de diversificar las experiencias de trabajo y profesionalización a nivel local, sabiendo que existen muchas formas de estar y crear en danza. A mayor cantidad de opciones, las personas interesadas en vivir experiencias de trabajo con artes escénicas podrán elegir los espacios donde se sientan mayormente identificados. Esta diversidad también beneficia a los espectadores potenciales, quienes pueden sentirse interpelados por algunas propuestas en específico y en otro momento hallar curiosidad en otras distintas. Ninguna forma de trabajo es mejor o peor, sino construye diferencias significativas que son abrazadas por público y artistas. Algunas formas de trabajo son más jerarquizadas, otras más horizontales. En algunos espacios, el trabajo colaborativo se torna pieza clave para la continuidad de la experiencia artística, situación que se da en los diversos espacios autogestionados existentes a nivel local.

¿En qué medida es necesaria la formación y actualización en cuanto a técnicas, miradas o puntos de vista de los diferentes maestros con los que trabajan? Ya sean nacionales o internacionales.

A nivel nacional, el modelo de trabajo con danza viene experimentando cambios significativos. Las opciones de clases se han diversificado no solo ofreciendo nuevas propuestas a nivel de técnicas corporales sino de modelos pedagógicos. La educación formal en danza regulada por el Estado ya no es la única forma de construir experiencias significativas, desenvolviéndose numerosos fenómenos como los estudios abiertos de danza, la labor autogestionada de las danzas urbanas en ciudades del área metropolitana y otros departamentos, la creación de programas de Licenciatura en Danza, la concreción de un mayor número de colectivos y compañías independientes con trabajos profesionales, entre otros. A su vez, Paraguay ya no está aislado y vive contextos de intercambio regional constantes, lo cual se traduce tanto en la ida de compañeras y compañeros a círculos de formación y trabajo de trayectoria en el exterior, como así también en la venida de artistas y maestros para compartir su experiencia. Esta circulación permite el flujo constante de nuevas informaciones y no podemos permanecer indiferentes a los cambios que se vienen viviendo en nuestro campo, pretendiendo formar y producir artísticamente como se hacían diez años atrás. Es necesario ampliar fronteras, desafiar nuestros puntos de vista e intercambiar con compañeras y compañeros de afuera, como así también reconocer las transformaciones significativas y potentes que la danza a nivel nacional viene ejecutando.

¿Qué ejes les parece que, en general, falta que las compañías desarrollen en cuanto a investigación?

Estamos en un momento interesante de grupos emergentes. Hay una clara inquietud en cuanto a creación, en cuanto a juntarse, buscar construir un lenguaje de expresión común y contar nuestras historias a nuestra manera. Tal vez hay aún algunos miedos o prejuicios antiguos. Y quizás haga falta despojarnos o distanciarnos más de procesos imitativos y arriesgarse. Observar más y también darse el tiempo en los procesos para profundizar, buscar acercarse a artistas con otras miradas, de otras disciplinas o campos de estudio/acción que puedan aportar desde otros lugares y así abrir caminos diferentes, más propios.

Si bien el camino de la autogestión requiere mucho esfuerzo ¿qué satisfacciones sienten al final del día y luego de ver todo lo ya realizado? Y ¿qué fortalezas resaltan de todo el equipo humano que camina con ustedes?

A veces no dimensionamos pero al detenernos a hacer una retrospectiva encontramos una satisfacción enorme no solo en todo lo realizado sino en ese desarrollo humano y artístico que sabemos se transforma y nos transforma constantemente. La influencia positiva de nuestra permanencia para quienes tienen el deseo de concretar un proyecto similar y hasta se acercan a manifestar agradecimiento por considerar como un impulso el ejemplo.

Esta realidad de vivir el desafío de la continuidad en un país en el cual aún hay varios vacíos para la sostenibilidad permite que sigamos aferrándonos a la idea de trabajo en comunidad y al intercambio colaborativo con nuestros pares con los cuales nos identificamos.

Tercer Espacio es actualmente un colectivo que goza de buena visibilidad dentro del país pero también en la región. Habiendo iniciado esa articulación de proyectos a nivel internacional y ejercitado la movilidad, con el fin no solo de compartir el trabajo sino de entender también dónde estamos parados en un circuito internacional, qué podemos recibir y ofrecer en esas experiencias. Hoy día esas articulaciones continúan sembrándose y dando frutos. El colectivo se retroalimenta de participaciones con colectivos y artistas paraguayos y también mediante invitaciones e intenciones de cooperación desde el exterior, sobre todo dentro de la región de América Latina, porque hay ahí una identidad construyéndose de la cual somos parte y queremos continuar fortaleciendo.

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