Con planos bien abiertos y una imponente vista del salar de Uyuni, en Bolivia, Cavalcante nos introduce a esta historia que vincula a tres países y se va hilvanando con un texto poético en guaraní, interpretado en off por la actriz Ana Ivanova. Gran parte de la fuerza del filme reside en este relato, que acompaña al espectador mientras el protagonista realiza su solitario recorrido desde que dejó atrás a su última víctima.
Con el transcurrir del tiempo, Cavalcante nos introduce a este “King Kong” muy bien interpretado por Andrade Júnior. A través de las escenas lo vemos disfrutar del alcohol, de las mujeres, de la fiesta y exhibiendo su rebeldía contra el poder. Pero detrás de esa fachada, también nos revela a un hombre arrepentido y carente de afecto.
La cámara recorre diferentes paisajes asuncenos como la Chacarita, el Mercado 4 y la Costanera. Con el BMW descapotable que conduce el protagonista, el casino y las trabajadoras sexuales, por momentos la ciudad parece una versión tercermundista de Las Vegas.
Pero también esta Asunción que retrata Cavalcante alberga a Constanza, en una breve pero notable interpretación de Georgina Genes; y a María, la hija, representada por Ede Colina. También es de destacar el trabajo de Adriana Figueredo interpretando a la dueña de un bar, que en una de las escenas invita a reflexionar sobre la violencia de género.
Para no entrar en “spoilers”, cabe mencionar que la película también exhibe las razones que llevaron a su protagonista a introducirse en el mundo delictivo.
Un aspecto resaltante de “King Kong en Asunción” es la fotografía lograda por Camilo Soares, con unos planos notables del paisaje boliviano y luego del Chaco. También en Asunción ofrece imágenes impactantes, como el primer plano de Andrade Júnior con los carteles led desenfocados en un segundo plano.
Otro punto a resaltar en la película es la utilización de la música, como algo más que un complemento del relato.
El largometraje, que se desarrolla con un ritmo un tanto lento, combina diálogos en español, guaraní y portugués, para desentrañar este drama que invita a pensar en las consecuencias de la violencia.
El filme forma parte de la programación del 29º Festival Internacional de Cine y puede ser visto hasta el próximo 20 de diciembre, en forma online, en todo el territorio paraguayo. Pases disponibles en www.cinefestpy.org.