Para Margarita Irún, que lleva más de 50 años de trayectoria en los escenarios, la creación de esta obra ha significado un gran desafío. Aseguró que siempre ha estado acostumbrada a encarar una obra con el texto en la mano y, con el transcurrir de los ensayos, va ofreciendo propuestas de actuación en relación al personaje. “Por lo general, la dirección las va asumiendo y dando retoques sobre lo que considera su opinión o puntos de vista”, acotó la actriz.
“Pero sucedió que al enfrentarme con ‘La otra Gaviota (en Schubert)’, la cosa cambió absolutamente de enfoque, forma y color. Ya conocía del proceso de Paola al encarar un proyecto, sin título seguro y mucho menos texto escrito. Todo va cobrando mágica vida en tarea”, detalló.
Ambas se convirtieron en “las creadoras de la pieza”, según expresa Margarita, y el texto fue tomando forma a partir de las conversaciones que tuvieron entre las dos. “Situaciones que se deslizan, entre respuesta y respuesta, desde el mismísimo inicio; llegando a desnudar nuestras almas, mirarnos a los ojos y sincerarnos, en lo que quizá, no hubo tiempo de encarar”, afirmó.
La actriz aseguró que otro de los retos de este proyecto fue el “vestirse de naturalidad”. “Por lo general, los actores siempre estamos actuando. Pero todo fue un gran desafío, que obligó a sacudirme de siempre actuar, y me quedará grabado por siempre, el imperativo de 'No actúes mamá”, acotó.
Para esta obra, las artistas recurrieron al clásico texto de Anton Chéjov, “La gaviota”, tomando como eje la relación entre la actriz Irina Arkadina y su atormentado hijo, el aspirante a escritor Konstantin. “Ambos representan dos generaciones absolutamente opuestas de teatro, un teatro clásico y tradicional, y otro experimental. Sobre esta relación se inspiró Paola para hacer este paralelo con nuestras vidas, nuestra relación de madre e hija, y el universo que nos rodea”, profundizó la actriz.
Añadió que la intención es presentar la obra completa, en forma presencial, durante el transcurso del próximo año.
Margarita sostuvo que el trabajo con Paola fue siempre desde el respeto a su trayectoria, a su formación y a su manejo del teatro tradicional, guiándola a iniciar este camino de actriz/creadora que propone su estilo de trabajo.
La emoción de volver al escenario, después de tantos meses de encierro, invadió a Margarita al momento de realizar la grabación en el Teatro del Centro Cultural “Juan de Salazar”. “Estaba envuelta en lágrimas y el corazón me salía por la boca, porque sabía que me esperaba una platea vacía”, añadió. Subrayó que el escenario es el lugar donde vive realmente su rol de actriz.