Mediante el método de siembra directa en más de 360 hectáreas, el proyecto favoreció la productividad de esos suelos y la infiltración de agua de lluvia a fuentes subterráneas.
Para Coca-Cola Paraguay, esta experiencia enriquecedora nace en el marco del desarrollo de su política de manejo del agua basado en cuatro pilares: Proteger cuencas, Reabastecer el agua que utiliza en sus bebidas, Reducir el consumo de agua en sus plantas y Reciclar el agua de sus procesos productivos.
“Actualmente Coca-Cola sigue firme en el compromiso con el cuidado del agua a través de su estrategia global al año 2030, con una visión de lograr la seguridad hídrica para las comunidades y brindar soluciones de impacto inmediato, permitiendo la disponibilidad y calidad del agua, los ecosistemas, el acceso y la administración, para aumentar la seguridad de este recurso para nuestro negocio, las comunidades y la naturaleza en América Latina”, refirió Angel Almada, gerente de Asuntos Públicos, Comunicaciones y Sustentabilidad de Coca-Cola Paresa.
“Con el cierre de este proyecto estamos dando cumplimiento a la meta de devolver a los ecosistemas el 100% del agua que utilizamos para elaborar nuestros productos. Esto fue posible gracias al trabajo colaborativo entre diversos actores, con un impacto social ambiental y económico en la comunidad”, agregó el ejecutivo.