De las principales capitales de la moda hasta la alfombra roja de las celebridades e influencers el dorado llegó para quedarse como el color del verano.
A punta de brillos, los looks en dorado ganan terreno para combinarlos con los estilismos más impensados. Y es que la tendencia del dopamine dressing incluye al brillo en sus conceptos pues, como todo color intenso, imprime alegría y energía positiva.
En sus formas, la temporada invita y el verano impone mostrar más piel. Las siluetas se enmarcan tal como lo mostró la excantante y ahora diseñadora de modas Victoria Beckham, que lanzó a su pasarela en la reciente Semana de la Moda de París trajes femeninos más ajustados con aberturas en piernas y hombros con toques de lo clásico masculino.
Entre tanto, Stella McCartney suma a sus prendas joyas y otros accesorios que aportan sensación de vértigo, sin perder la elegancia y el buen gusto.
El dorado en todas sus versiones es sinónimo de éxito, empoderamiento, y de los metálicos, es el que marca tendencia por su aporte de luz, abundancia y prosperidad, tal como lo describen los vestidos de ensueño del diseñador Elie Saab desde la capital francesa.
Esta temporada se muestra versátil y ganadora, propone dar rienda suelta a las líneas sin esperar grandes ocasiones o una festividad para lucir radiante, de día o de noche. Así lo afirman las celebrities Brooke Shields o Cate Blanchett con sus imponentes vestidos con transparencias doradas, o Ashley Park –conocida como Mindy por su protagónico en Emily en París– con un look de impacto combinando un dorado opaco con negro.
Un clutch o stiletto en oro intenso para complementar un look monocolor y minimalista, pero siempre protagonista. ¿El maquillaje? Se impone de nuevo el golden hour sobre pieles brillantes y productos de texturas finas.