Proyectos Global Sociedad Anónima saltó al centro de la atención pública días atrás, cuando se reveló que había sido adjudicada por la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) para la provisión de los bautizados como “tapabocas de oro” en redes sociales.
La firma vendió los barbijos a G. 30.000 cada uno al ente presidido hasta ayer por Édgar Alberto Melgarejo.
Comprada por una “joven” empresaria
De acuerdo a datos que constan en fuentes públicas y a los que tuvo acceso ABC Color, firma Proyectos Global fue creada en 2017 y registrada ante los registros públicos en los últimos meses de ese año.
Figuraban como accionistas originales Arsenio Barreto y Olga Ruiz Díaz de Barreto. Su capital era de apenas G. 200.000.
La firma fue vendida en 2019 y es entonces que aparece Katherine Pamela Toñánez Vera y su pareja, Carlos Alberto Franco Vargas, un humilde chofer del Ministerio de Desarrollo Social.
Katherine tenía apenas 20 años y ya era presidenta de una empresa. Ese mismo año, Proyectos Global formó el Consorcio Aerotech junto a la firma Intelcan Canadá SA, que desde hace unos meses se llama International Flight Service (IFS) SA.
Intelcan Canadá SA es una de las firmas ligadas a Omar Jaén Bohorques, propietario de un sinnúmero de empresas contratistas del Estado, entre las que figuran A*X SA (antes VR SA) y Avalon SA.
Proyectos Global declaró el mismo número de teléfono línea baja que A*X.
Cuando la Fiscalía buscó en la dirección que declaró la empresa, se encontró con que Proyectos Global existía solo en papeles y no tenía siquiera oficina.
Después de las denuncias
Proyectos Global fue comprada en 2019, un año después de que ABC Color publicara las denuncias de pago de coimas de Jaén Bohorques al ahora fallecido Gerónimo Viveros, primo del expresidente Horacio Cartes y socio comercial de Juan Carlos López Moreira, quien fuera subdirector de Administración y Finanzas de la Dinac.
Un funcionario del ente dejó asentado en acta notarial el testimonio de cómo iba a buscar el dinero que Jaén Bohorques enviaba a Viveros.
Una vez descubierto, el esquema debió recurrir a nuevos nombres. Ahí apareció una nueva empresa.