Del 2012 al 2019, la Binacional Itaipú transfirió más de US$ 733 millones del Fonacide al denominado “Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación (FEEI)” para numerosos proyectos como becas, infraestructura escolar, útiles escolares y otros programas (Ver el cuadro).
El consejo directivo del FEEI es presidido por el ministro de Hacienda Benigno López junto a otros titulares de carteras estatales, educadores, referentes de la sociedad civil y los “notables” periodistas que en su momento impulsaron la campaña “Juntos Por la Educación”.
Sin embargo, este fondo mantiene una bajísima ejecución con un promedio general del 42% desde hace cinco años. Esto quiere decir que unos US$ 425 millones de dólares, el 58 de sus fondos, están “guardados” en una cuenta fiduciaria del Estado mientras la educación padece todo tipo de necesidades.
Justamente, intendentes de todo el país vienen denunciando que mientras todas las criticas apuntan contra ellos, el millonario fondo del FEEI retiene este dinero sin control alguno y en total perjuicio de los alumnos del Paraguay.
El mismo ministro de Hacienda, el viernes último, reconoció que en 2020 no habría aumentos considerables para el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), salvo en el sueldo de docentes. “Hay muchísima plata del Fonacide, que saquen de ahí”, manifestó al presentar al Congreso el presupuesto general de gasto 2020.
Según cifras divulgadas por la senadora Blanca Ovelar (ANR, Añetete), otrora cuestionada ministra de Educación, de los 15 programas existentes el FEEI solo tiene una ejecución del 93% en la dotación de textos a estudiantes. Sin embargo, el FEEI arrastra una ejecución media en cinco programas y baja en nueve restantes.
Plata crece y escuelas caen
Según cifras divulgadas por el Senado, el Fonacide se divide en cinco transferencias. El 30% va al FEEI; el 31.5% al Tesoro Nacional; el 28,5% a las gobernaciones y municipios y el 10% al Fondo Nacional Para la Salud. En lo que respecta al FEEI, las transferencias suman un total del US$ 733 millones de los cuales solo se ejecutaron el 42%. Un fondo de más de US$ 425 millones se guarda sin usar.