YBY YAÚ, departamento de Concepción (Aldo Rojas Cardozo, corresponsal). Los cuatro allanamientos de ayer a la mañana, supervisados por el fiscal Arnaldo Argüello, se ejecutaron en conexión con el acribillamiento del policía Antonio Alvarenga Franco, de 30 años de edad, que se produjo el lunes de tarde en el barrio Villa Real de esta ciudad.
El agente estaba tomando tereré con su padre frente a su casa cuando repentinamente apareció un auto Toyota Premio plateado que se ubicó frente a ellos. El que iba al lado del chofer y el que estaba en el asiento trasero bajaron sus ventanillas y desde adentro del vehículo iniciaron el ataque con pistolas calibre 9 milímetros. Las armas aparentemente tenían cargadores reforzados para 30 cartuchos y selectores de tiros para disparos en ráfagas.
Equipo especial
La investigación de este alevoso asesinato fue encomendada a un equipo especial de la Policía integrado por personal de Investigaciones de Concepción (en cuya jurisdicción sucedió el ataque), Investigaciones de Amambay (compañeros del fallecido) y Crimen Organizado (unidad de élite de Asunción).
Los primeros datos recabados con informantes ubicaban un coche similar al que usaron los sicarios en una casa de la colonia Cerro Memby, frente a una conocida estación de servicios, a 11 kilómetros del centro de Yby Yaú, siempre sobre la Ruta PY05 que conduce hacia Pedro Juan Caballero.
Efectivamente, en el procedimiento de ayer en este lugar fue recuperado un Toyota Premio plateado, con chapa AABK 122. Además, la comitiva incautó dos pistolas calibre 9 milímetros, municiones, un cargador para fusil con proyectiles calibre 5.56 adentro y nada menos que G. 30 millones en efectivo, que corresponderían a los G. 50 millones que se cree costó la muerte del policía de Investigaciones.
En el lugar, cayó preso el que presuntamente agarró el “trabajo” de sicariato, Víctor Concepción Martínez Villasboa (31 años), alias Tokãi, quien según la Policía reconoció haber sido secretario del narcotraficante ya fallecido Ronald Osvaldo Caballero Cantero, alias Careconi, y que presuntamente quedó como administrador de las propiedades del otro narco ya desaparecido, Carlos Eduardo Caballero, alias Dudú o Tapití.
Este último, por su lado, era uno de los hombres de máxima confianza del traficante extraditado Jarvis Chimenes Pavão.
El segundo allanamiento se hizo al lado del primero. El tercer cateo se llevó a cabo 1.500 metros más hacia Pedro Juan Caballero. El cuarto fue a 3.700 metros del anterior, siempre sobre la Ruta PY05.
Así, al concluir los operativos, la Policía logró también la detención del cuñado de Tokãi, Osmar Montanía Cabañas (31), alias Ka’i Rova, y Reinaldo Ramón Mendoza Ayala (31), alias Korocho. Este último tenía en su poder una pistola calibre 9 milímetros y un revólver calibre 38.
Ka’i Rova y Korocho serían dos de los tres matones que ultimaron al policía. El tercer integrante del equipo ya está siendo rastreado en la misma región.
Balística
Por otro lado, ayer también se confirmó que una de las dos pistolas usadas para matar al policía Antonio Alvarenga Franco ya fue empleada en al menos una decena de atentados.
Por ejemplo, con la misma pistola ultimaron hace tres meses al exintendente de Bella Vista Norte Julio César Rojas Vadora.