Tras captura de “Lico’i” tendría que acabar guerra narco en Capitán Bado

El emergente jefe narco Fredy Ariel Irala Fernández (35), alias Lico’i, fue capturado ayer en Capitán Bado en un megaoperativo en el que murió uno de sus guardias. El otro capo local, Felipe Escurra Rodríguez (42), alias Barón Escurra, logró eludir una vez más el cerco policial. Se cree que ahora ya debería acabar la guerra mafiosa, ya que hace dos meses había sido desarticulada la facción contraria a esta en el sonado operativo Romai.

Fredy Ariel Irala Fernández (der.), alias Lico’i, y su mujer Ana Raquel Colmán Fernández, detenidos ayer.
Agentes de Homicidios y de Crimen Organizado junto al cuerpo del abatido. Fue poco después del operativo policial-fiscal.
El comisario Francisco Resquín, el viceministro Hugo Sosa Pasmor y el fiscal Marcelo Pecci, en un campamento marihuanero de Lico’i que fue destruido en Manta Potrero.
Vista desde el aire de la fortaleza de Lico’i que fue atacada ayer a la mañana, en la colonia Manta Potrero de Capitán Bado.
audima

COLONIA MANTA POTRERO, Dpto. de Amambay (Iván Leguizamón, Roberto Zarza, Javier Cabañas y Rodrigo Estela, enviados especiales; Cándido Figueredo, corresponsal). El operativo “Jango” realizado por el departamento Contra el Crimen Organizado de la Policía comenzó ayer a las 07:14, cuando Lico’i llegó en una camioneta con chapa brasileña a su fortaleza de la colonia Manta Potrero, a 13 kilómetros del centro de Capitán Bado, en el departamento de Amambay.

Dicho capo de la marihuana bajó escoltado por dos guardaespaldas que portaban fusiles AK47.

En el monte que rodea al sitio ya estaban esperando desde la noche antes siete equipos policiales tácticos de ocho hombres cada uno.

Los comandos que actuaron son de la Fuerza de Tarea Conjunta y de la FOPE.

Lico’i tuvo 15 “minutos de gracia” para que se pusiera cómodo en su coqueta residencia en construcción, donde estaban su mujer y unas criaturas.

El criminal y sus capangas dormían todos los días en un campamento marihuanero cercano, ya que tenían miedo de ser sorprendidos por algún allanamiento al amanecer, tal como les advirtieron sus cómplices policías de la zona.

El asalto policial incluyó el uso de dos helicópteros con artilleros a bordo, uno de la Policía y el otro de la FTC.

Luego de una breve resistencia, cayó muerto un integrante brasileño de la banda, quien usaba fusil AK47. Otro salió herido en la nalga y un tercer matón que hacía guardia dentro del escondite se perdió en el monte.

Lico’i también se perdió por unos minutos del grupo policial, hasta que lo ubicaron detrás de su fortaleza, cerca de un arroyo.

Al tratar de escapar, el propio Lico’i disparó hacia su casa y casi mató a su mujer y a los niños, quienes al final fueron salvados por los comandos.

El otro operativo

En simultáneo, otro equipo atropelló la guarida de Barón Escurra, en la misma zona rural, pero este escapó hacia el monte, presuntamente tras ser alertado por policías de un puesto cercano, que ahora seguramente serán indagados y eventualmente apresados.

Uno de los helicópteros sobrevoló varios minutos el monte, pero al final Barón Escurra no se dejó atrapar. Este se encuentra fugitivo desde el 2017. Es el mismo criminal que prometió matar a un corresponsal de ABC Color.

La operación “Jango” fue apoyada por agentes de Antisecuestro y supervisada por dos fiscales de la unidad antidrogas del Ministerio Público: Hugo Volpe y Marcelo Pecci.

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