Resulta que el citado criminal era el líder de una de las dos facciones abiertamente enfrentadas por el control del tráfico de marihuana hacia el Brasil.
El otro grupo era comandado por el ahora ya también encarcelado Roberto Núñez Portillo, alias Robertí, cuya estructura fue desmantelada el 1 de mayo último en la colonia Piray de Capitán Bado, en el recordado operativo “Romai”, cuando hubo cinco abatidos.
Entonces, con Lico’i y Robertí presos y Barón Escurra prófugo y debilitado, ya no hay un potencial patrón que asome su figura en la zona.
La encarnizada disputa entre los bandos de Lico’i y Robertí acumuló decenas de asesinatos e hizo florecer el sicariato, según los antecedentes.
Estuvieron en el terreno donde ocurrieron los operativos el viceministro de Seguridad Interna, Hugo Sosa Pasmor, y los comisarios Cándido Gómez, Francisco Resquín, César Silguero, Nimio Cardozo, Crescencio Portillo, entre otros.