Con el objetivo de evitar eventuales contagios masivos del coronavirus y que se sature la infraestructura sanitaria, tal como se registró en otros países, el Gobierno anunció ayer que se extiende por dos semanas más la duración de la fase 3 de la “cuarentena inteligente”.
Consultada al respecto, Pilar Callizo, abogada laboralista y analista, manifestó que en Argentina se reportó un enorme retroceso al volver a la fase 1, acá al menos se mantienen ciertas flexibilidades. Sin embargo, recalcó, que existen sectores económicos que hace más de cien días que se encuentran con facturación cero y que siguen aguardando asistencia según denuncian.
“Tenemos dos escenarios, por un lado un grupo de gente que no sigue recomendaciones sanitarias y por el otro, personas que optan por no salir ante el temor de contagiarse, o que cuidan su dinero por cautela y así es más complicado buscar la reactivación económica gradual que el gobierno planifica”, dijo.
Añadió que es vital el cumplimiento de las medidas de prevención para avanzar en el programa sanitario. Destacó igualmente que las manifestaciones sociales y la necesidad de respeto a las libertades. “Las caravanas de manifestaciones son indicios del hartazgo de la gente por la falta de respuestas concretas”, señaló, en alusión al plan de reactivación económica y el combate a la corrupción.
Urgen medidas
Por su parte, Beltrán Macchi, gremialista empresarial, apuntó que es urgente que se anuncien las medidas de orden económico y social que acompañen este proceso de demora para salir de las restricciones, sobre todo para aquellos sectores que se encuentran aguantando con cero facturación o muy escasos ingresos.
Por su parte, el exministro de Hacienda, César Barreto, indicó que a estas alturas, los sectores que serán postergados serán los más afectados y por extensión se hace más lenta la recuperación de la actividad económica en su conjunto. Sin embargo, recalcó, que no se puede descuidar la amenaza que implica en lo social y económico un descontrol en la propagación del virus y que podría provocar un retroceso aún mayor. “Un rebrote masivo podría ser más catastrófico para la economía”, puntualizó.