Refiere que la decisión de ampliar el déficit –con el loable objetivo de ejecutar las obras públicas– y con la presión de funcionarios públicos y de políticos por aumentos de salarios, ya revela el resultado final: “Se terminará con más gastos corrientes y con un déficit mayor, mientras tanto las obras de infraestructura seguirán esperando financiarse por la emisión de bonos (léase aumento de deuda) o la inversión privada que podamos atraer”, explica.
La CNCSP agrega que en ese contexto no quedará otro remedio que “aumentar impuestos”, así como concluye el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su último reporte. Tal parece, dice, que el FMI desconoce que estamos en plena implementación de un ajuste de tributos, que para los privados tiene connotación de castigar la inversión privada, que en la versión anterior de la renta personal era deducible y en la actual ya no lo es.