Otra mirada para la Guerra Grande

El libro “La Guerra contra la Triple Alianza en debate”, de Ronald León Núñez, fue presentado el pasado miércoles en el Archivo Nacional, ante un importante marco de público.

Montserrat Álvarez y Ronald León Núñez durante el lanzamiento del libro “La Guerra contra la Triple Alianza en debate”, que fue presentado el miércoles en nuestro país.Archivo, ABC Color
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Con el libro “La Guerra contra la Triple Alianza en debate”, el historiador Ronald León Núñez busca un diálogo más profundo acerca de dicho conflicto bélico. El paraguayo es sociólogo y actualmente se encuentra realizando un doctorado en Historia Económica, en la Universidad de São Paulo.

La presentación fue realizada por la poeta y escritora Montserrat Álvarez, quien dijo que la importancia de este libro radica en que “no se limita a hacer el análisis de los procesos económicos, sociopolíticos de los hechos pasados (que lo hace y lo hace muy bien), sino que analiza también los relatos presentes de esos hechos, los procesos pasados y su uso, su instrumentalización en el terreno del debate público, con fines de respaldar posturas contemporáneas”.

Álvarez también mencionó que siendo la Guerra contra la Triple Alianza “el conflicto bélico más largo y sangriento de América Latina, no es un tema que exceda los ámbitos académicos y especializados en otros países” en los que ha vivido, como España y Perú. Ese hecho, recalcó, le parece “bastante sorprendente”.

A su turno, el autor manifestó que uno de sus objetivos con su obra es que se discuta la historia de nuestro país “desde una perspectiva política e ideológica” y que “el debate llegue a las organizaciones sindicales, sociales y a los movimientos populares”.

“Queremos que se pueda debatir con la derecha rabiosa, con los colorados, con el gobierno, con los bolsonaristas en el Brasil, pero también queremos discutir dentro de la izquierda. Queremos llegar fundamentalmente a la clase trabajadora del Paraguay y de toda América Latina”, remarcó.

Este tema –añadió– debe salir “de esos círculos cerrados académicos de especialistas que comentan la historia de manera estéril, sin ningún compromiso con la realidad o con la situación política de sus respectivos países. Nosotros queremos que, al contrario, el estudio de la historia esté al servicio de construir, de elaborar o de actualizar un programa para la acción revolucionaria”.

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