En el caso de la GGII, el comercio lideró ampliamente, aportando un 5,1% al crecimiento de los ingresos. Es de mencionar que el sector representa a uno de los motores fundamentales de la economía paraguaya. En el contexto de fin de año, el aumento del consumo, impulsado por las fiestas y las promociones de temporada, es un factor que explica este comportamiento. Además, la recuperación económica pospandemia ha generado un repunte en la actividad comercial, especialmente en sectores minoristas y mayoristas.
Le siguieron los servicios a empresas (2,6%) y los servicios a los hogares (1,8%), lo que destaca la creciente relevancia del sector terciario en el Producto Interno Bruto nacional. El comportamiento podría estar relacionado con el incremento de actividades vinculadas a consultorías, alquileres, tecnologías y otros servicios especializados que han crecido en respuesta a las necesidades de adaptación de las empresas. Por otro lado, los servicios a los hogares reflejan el aumento del consumo familiar, posiblemente influenciado por una mayor disponibilidad de ingresos.
Otros rubros y sectores que destacaron fueron los productos químicos (1,5%) y electricidad y agua (1,3%), cuya dinámica puede asociarse con la mayor demanda de insumos agrícolas, dado el carácter agroexportador del país, así como con inversiones en infraestructura energética para satisfacer el crecimiento poblacional y productivo.
Sin embargo, sectores como la agricultura (0,9%) y construcción (0,5%) mostraron una menor contribución dada la estacionalidad de las mencionadas actividades, que para el caso de la construcción también incidió la desaceleración en proyectos de infraestructura por ajustes presupuestarios o postergación de inversiones públicas y privadas.
Contribución aduanera
En el análisis de los datos de la Gerencia General de Aduanas, los vehículos representaron el principal motor de crecimiento, aportando un significativo 4,1%, lo que podría explicarse por el aumento de las importaciones de vehículos, que responde a una combinación de factores: recuperación del consumo tras la pandemia, acceso a financiamiento más flexible y una posible anticipación de compras ante expectativas de ajustes arancelarios o cambios en políticas de importación.
Los combustibles y derivados (2,5%) ocuparon el segundo lugar, reflejando la constante necesidad de abastecimiento en un contexto de altos precios internacionales. A pesar de las fluctuaciones globales en el precio del petróleo, el consumo interno se ha mantenido sólido, impulsado por el dinamismo del transporte y la actividad agrícola.
Otros rubros importantes incluyeron máquinas, aparatos (1,81%), bienes de capital (1,71%) y repuestos (1,62%), lo que evidencia una inversión sostenida en equipamiento para la industria y la agricultura. Estos datos refuerzan la visión de que la economía paraguaya mantiene un enfoque productivo, con esfuerzos orientados a modernizar equipos y tecnología.
En cambio, rubros como fundición de hierro y acero (0,48%), pieles y cueros (0,39%) presentaron contribuciones más modestas, posiblemente debido a menores niveles de exportación o menor demanda interna en comparación con otros sectores.
La relevancia del comercio, los servicios y los combustibles muestran una economía que responde a patrones de consumo y producción en claro proceso de diversificación, aunque persisten desafíos en sectores, como la agricultura y construcción.
El contexto económico actual también juega un papel clave. Factores como la recuperación tras la pandemia, las políticas fiscales y monetarias orientadas a estimular el consumo, y la estabilidad relativa de los precios en ciertos rubros han favorecido la dinámica observada. Sin embargo, se deben monitorear riesgos como la volatilidad en los precios internacionales de materias primas, las condiciones climáticas y el impacto de posibles cambios regulatorios que puedan influir en las tendencias de recaudación en los próximos meses.
*Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones