No queda claro, sin embargo, porque la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) modificó su conducta el año pasado, es decir, por qué razón, en tan solo un año aumentó su tasa de retiro de la energía de Yacyretá 22,5 puntos porcentuales.
En el ejercicio que acaba de transcurrir, la central binacional produjo 16.071 GWh (1 GWh = 1000 MWh), en tanto que la ANDE utilizó 5.107 GWh.
En 2023, Yacyretá generaba 19.918 GWh (19,3% más que en 2024), pero la empresa eléctrica del Estado quiso aprovechar solo 1884 GWh, 171,1% menos que la cantidad que utilizó el mercado local el año pasado.
Lea más: La producción de Yacyretá cayó 20% este año, pero el uso local tuvo un fuerte impulso
En los 30 años de producción de Yacyretá, el Paraguay, como socia por partes iguales, de la energía de Yacyretá, así como de la infraestructura que erigieron para hacerla posible, siempre reclamó un aprovechamiento categóricamente superior de esa energía.
Cuarenta años de cesión del excedente paraguayo
Además, en esas tres décadas, nuestro país siempre estuvo en contra de ceder, a cambio de una supuesta compensación, su excedente energético en la central al sistema argentino y, a través de la misma, al brasileño en las coyunturas de crisis energéticas,
La “compensación”, un sustantivo utilizado en forma inapropiada en el Tratado, porque el mismo denota y connota un intercambio justo, es decir entregar algo a cambio de otra cosa que tenga el mismo valor, sigue por debajo de los US$ 10/MWh (1 MWh = 1000 kWh), muy distante de los precios vigentes en el mercado, inclusive en el contexto de las operaciones de intercambio argentino/brasileño.
En los 30 años, bajo el paraguas binacional, el sistema argentino aprovechó el 92,29% de la producción de Yacyretá, mientras que el Paraguay debió conformarse -o consentir - con el 7,71 de esa generosa producción energética.
Lea más: Treinta años de Yacyretá: ¿cuánto aprovechó Paraguay entre 1994 y 2024?
El Art. XIII del Tratado consagra que la energía que produzca el aprovechamiento hidroeléctrico debe dividirse en partes iguales.
Paraguay cedió 83% de la energía que le corresponde
Cómo el Paraguay utilizó una ínfima cantidad, alrededor del 17%, cedió a la Argentina, en el período de referencia (1994/2024), el 83% de su energía.
El Tratado, según el Art. XIII, reconoce a cada uno de ellos - en rigor a la Argentina - “el derecho preferente” de adquisición de la energía que no sea utilizada por el otro país para su propio consumo”.
No hubo adquisición, sino “cesión/compensación” y, mucho menos, “derecho preferente” para la parte que se quedó con el excedente paraguayo, sino adquisición lisa y llana, tal como ocurre en Itaipú.
Para colmo de males, en la operación “cesión/compensación”, cuyo pago mensual es obligatorio, la Argentina nunca honró su compromiso en tiempo y forma, porque aún hoy arrastra un elevado saldo moroso.
Lea más: Argentina reconoce deuda de US$ 16 millones con Paraguay por energía cedida en Yacyretá
Tampoco se sanciona al moroso
Recordemos que la mora argentina, por la amnesia de los negociadores del tratado y la complacencia de los diferentes gobiernos de turno, no está gravada por tasa punitiva alguna, una exigencia común y corriente en cualquier transacción comercial-financieras.
En 2024, reiteremos, la producción de Yacyretá se redujo en 19% con relación del 2023. La ANDE retiró de Yacyretá 171,1% más que en el 2023 (5.107 GWh contra 1884 GWh.
En lo concerniente a la cesión de energía por parte del Paraguay al sistema argentino, una operación que continúa a pesar de las moras, el escaso valor unitario de cada MWh cedido, etc. en el año que acaba de expirar, tuvo una merma dele 64%, atribuible, obviamente, al fuerte incremento de la tasa de utilización paraguaya de la energía de Yacyretá, así como a la menor producción de la central hidroeléctrica (16.071 GWh en 2024, con 19.918 GWh en 2023, consecuencia a su vez de os factores climáticos vigentes, como la sequía que afecta a la zona.