El Viceministerio de Industria, al igual que otras dependencias del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), arrancó el 2025 con un nuevo titular: Marco Riquelme, quien se incorpora al sector público tras fundar y gerenciar industrias del sector privado y desempeñarse como presidente de la Unión Industrial Paraguaya-UIP Joven.
Luego de asumir su nuevo rol, Riquelme mencionó en conversación con ABC que la principal barrera que enfrenta el sector industrial nacional es la “mediterraneidad mental”, tanto en términos de comercialización como de inversión, lo que consideró resta competitividad a la hora de “regionalizar” la producción local.
Dijo que el foco debe estar puesto en la conquista del mercado regional y, en este sentido, recordó que la balanza comercial entre Paraguay y el Mercado Común del Sur (Mercosur) para productos industrializados es de casi US$ 3.000 millones “en negativo”.
“El Mercosur es el que tiene los mercados y, como país, deberíamos albergar a las fábricas con todos nuestros incentivos: el mejor precio de energía eléctrica, baja carga en impuestos y más. La pregunta es por qué no vinieron ya las industrias a instalarse acá y de aquí exportar al Mercosur. Lo que nos lleva ahora a realizar un nuevo diagnóstico para generar una política industrial acorde y a corto plazo”, indicó.
Otros retos para la industria
Además de la expansión hacia nuevos mercados, Riquelme se refirió a que el acceso a financiamiento sigue siendo una barrera para el crecimiento de las industrias. Indicó que el sector financiero aún no está totalmente preparado para brindar un servicio “acorde a los tiempos y el movimiento” del rubro industrial, que es muy diferente al que se maneja en carteras como la agricultura y la ganadería.
“Hay que profundizar un poco el flujo de caja de las industrias para una proyección de inversión y, con base en eso, hay que sensibilizar al sector financiero a fin de que se empiecen a disponibilizar productos acordes a lo que necesitamos como industriales. El rol del Banco Nacional de Fomento será crucial”, añadió.
A la par de mejorar el acceso al financiamiento, también se deben realizar esfuerzos por lograr una “organización geográfica o en parques” de las industrias, según el viceministro. “Esto va a permitir mejor distribución eléctrica para el sector analizó.
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El impacto de apostar por la industrialización
El viceministro de Industria hizo hincapié en que la consolidación de una política industrial es crucial no solo para el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), sino también para generar empleo.
Recordó, en este sentido, que hoy el 75% de las exportaciones paraguayas son de materia prima, ya sea de granos o energía eléctrica. Indicó que esta realidad implicar “regalar las ventajas competitivas del Paraguay” para que otras industrias en el extranjero puedan desarrollarse y generar mano de obra. “Debemos apostar a las industrias para agregar valor a esa materia primera que tanto quieren otros países”, detalló.
Sectores con potencial
Riquelme consideró que el sector forestal es uno de los que más “promete” en términos de industrialización y que mayor interés está despertando entre inversionistas extranjeros. Aunque, aseguró que el rubro de alimentos, diversificación de energía y electromovilidad también están en el foco de la atención.
“El objetivo es también dar impulso a la ley de bienes de alta tecnología, con incentivos para la producción, desarrollo o ensamblaje de esta clase de productos. Con fábricas de alta tecnología en Paraguay, se desarrollarán otras industrias complementarias, apuntando a cambiar la matriz de exportaciones del país”, expresó.
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Una mirada al mercado internacional
El nuevo viceministro de Industria insistió en que “es momento” de que las reglas de intercambio en el Mercosur sean “iguales” para todos los países y cuestionó cómo la importación de productos paraguayos sigue gravando “doble” Impuesto al Valor Agregado (IVA), lo que dificulta el comercio.
“En Argentina y Uruguay, el importador de productos paraguayos paga un 40% solamente de IVA, que es el doble a la tasa común y un costo financiero importante que resta competitividad. El objetivo, en ese sentido, será la apertura de mercados y lograr la reciprocidad entre los países”, señaló.
A su vez, mencionó que con el tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, se abren “una ventana de grandes oportunidades, pero también desafíos para la industria”.
“Tenemos aún un gran camino que recorrer para proveer a la UE, que es un mercado más exigente, Las fábricas paraguayas necesitan pasar por un proceso de automatización, crecimiento y certificación para estar listas para proveer al mercado europeo, lo que va a requerir de una inversión importante”, aseguró.