La Economía Creativa y los desafíos de la precariedad laboral

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) define la economía creativa o naranja como el conjunto de actividades que de manera encadenada permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios, cuyo valor puede estar basado en la propiedad intelectual.

La economía creativa abarca industrias como publicidad, marketing, cine, televisión, música, programación y arquitectura.MARTA ESCURRA
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La economía creativa emerge como un sector importante para el desarrollo económico y social en América Latina. Sin embargo, también enfrenta retos significativos relacionados con la precariedad laboral. En este artículo se exploran los principales problemas y propuestas planteadas en el informe del BID (2024) sobre alternativas para reducir esta situación.

Alcances de la Economía Creativa

Este sector abarca industrias como publicidad, marketing, cine, televisión, música, programación y arquitectura. Además, incluye actividades creativas en industrias tradicionales, como artistas, diseñadores y consultores en tecnologías de la información.

La naturaleza del trabajo en este sector es predominantemente independiente, lo que incrementa la exposición a riesgos laborales y sociales. Los trabajadores creativos suelen enfrentar inestabilidad en el ingreso, falta de protección social y dificultades para acceder a beneficios como seguros de salud y pensiones.

Propuestas para reducir la precariedad

Neutralidad regulatoria entre tipos de trabajo

La primera estrategia busca eliminar las diferencias en el tratamiento legal y fiscal entre trabajadores asalariados e independientes. Actualmente, los trabajadores independientes suelen tener menores beneficios y mayores cargas fiscales, lo que crea una desventaja estructural. Igualar las condiciones implica garantizar los mismos derechos en términos de seguridad social, seguros de salud y pensiones.

Para lograr esta neutralidad, el BID recomienda reducir las diferencias en los costos laborales asociados con ambas modalidades. Por ejemplo, establecer contribuciones proporcionales al ingreso y eliminar barreras administrativas que dificulten el acceso a programas sociales. Esto permitirá que los trabajadores independientes puedan competir en igualdad de condiciones y acceder a protecciones similares a las de los asalariados.

Además, se propone reconocer nuevas categorías laborales para los trabajadores de la economía creativa que operan en la “zona gris” entre la independencia y la dependencia. Estos trabajadores, como los freelance o contratistas, podrían beneficiarse de un sistema híbrido que les otorgue derechos laborales y acceso a beneficios sociales sin perder flexibilidad laboral.

Integración de Seguros Sociales

La segunda estrategia propuesta por el BID apunta a crear un sistema integrado de seguros sociales que incluya cobertura para desempleo, salud y pensiones. Este sistema funcionaría de manera inclusiva para todos los trabajadores, independientemente de su tipo de contrato o modalidad laboral.

Un aspecto clave es financiar este sistema a través de contribuciones directas de los trabajadores y subsidios estatales explícitos. Esto garantizaría la sostenibilidad financiera del sistema y reduciría las inequidades actuales, donde los trabajadores independientes suelen quedar excluidos. También se plantea que los beneficios estén alineados con el nivel de ingresos de los beneficiarios, permitiendo un enfoque progresivo y justo.

Otra recomendación dada por el BID es utilizar mecanismos redistributivos financiados con impuestos generales en lugar de cargas específicas sobre los salarios. Esto reduciría el costo del empleo formal y facilitaría la expansión de la cobertura sin aumentar la informalidad. Además, sugiere que los programas sean transparentes y expliquen claramente qué parte de los beneficios proviene de contribuciones individuales y qué parte está subsidiada por el Estado.

Innovación en mecanismos de registro y recaudación

La tercera estrategia del BID se enfoca en modernizar el registro y la recaudación de contribuciones para facilitar la afiliación de los trabajadores independientes al sistema de protección social. Esto es especialmente relevante en sectores creativos, donde la informalidad y el trabajo ocasional dificultan la cobertura.

En este sentido, propone implementar plataformas digitales y herramientas tecnológicas para simplificar el proceso de registro y reducir costos administrativos. Estas plataformas permitirían a los trabajadores gestionar su afiliación y contribuciones de manera eficiente, promoviendo la inclusión financiera y el acceso a beneficios sociales.

También se plantea utilizar pagos electrónicos vinculados al consumo como una vía para recaudar contribuciones. Por ejemplo, aplicar pequeños porcentajes a las transacciones realizadas mediante pagos digitales para financiar la seguridad social. Esto facilitaría la formalización y aseguraría que incluso los trabajadores informales contribuyan al sistema sin enfrentar barreras burocráticas.

Finalmente, el BID señala que la economía creativa tiene el potencial de generar empleo y crecimiento, pero su sostenibilidad depende de implementar reformas estructurales. Los países deben avanzar hacia sistemas de protección social más integrados, regulaciones laborales equitativas y mecanismos innovadores para recaudar contribuciones. Solo así podrá garantizarse la inclusión y estabilidad de los trabajadores creativos.

*Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.

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