En un análisis de la situación actual del mercado de la carne, que realizaron este miércoles la Appec y el CEA, se puso foco sobre la crítica situación financiera que están atravesando los ganaderos, especialmente los pequeños y medianos, que han invertido y se han endeudado a fin de mejorar la calidad de su producción, pero que ante un escenario de “bajos precios impuestos por los frigoríficos” (alta concentración de mercado), se han visto obligados a vender por debajo de los costos. Según los datos, el sector productivo ya arrastra una deuda de US$ 1.700 millones.
Ramiro Maluff, titular de la Appec, enfatizó que los bajos precios que reciben los productores amenazan la sostenibilidad de la ganadería nacional y lamentó que, cuando parecía que los valores empezaron a mejorar ente octubre y noviembre, las industrias frigoríficas se pusieron de acuerdo y volvieron a bajarlos al inicio diciembre, perjudicando enormemente a los productores y toda la cadena de valor de la carne.
“Los precios internacionales venían muy bien. El valor promedio de exportación de la carne fue de US$ 5.561 por tonelada. Había condiciones como para que el precio que recibiera el productor acompañe lo que estaba ocurriendo en el mercado internacional. Pero, en la última semana, las industrias pasaron de 3,70 dólares a 3,20 dólares por kilogramo al gancho, en una reducción del 15%”, cuestionó.
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Recalcó que no “había nada en el horizonte” que obligue a las industrias a “tirar” los precios y así desanimar a los productores. Analizó además que esta dinámica responde a la alta concentración en el mercado de los frigoríficos, con dos empresas “manejando” el 60% de toda la faena, lo que les permite fijar los precios de referencia.
Entre el 2018 y 2024, el índice Herfindahl-Hirschman (HHI) o medida para evaluar la concentración de un mercado creció de 1.400 a 2.400 en la industria cárnica paraguaya, una cifra que revela una “alta concentración”, según precisó Maluff.
Efectos
Los bajos precios para el productor y la carga de la deuda financiera en el sector, que se suma a las condiciones climáticas adversas, provocaron una reducción significativa del hato ganadero, detalló el titular de la Appec. En los últimos cinco años, ya se registró una pérdida de más de 1 millón de cabezas, mientras que al cierre de este año, se proyecta una disminución de otras 300.000, lo que dejaría el rebaño ganadero con un total de 13.200.000 cabezas.
Este escenario también amenaza los 308.000 puestos de trabajo que hacen al sector productivo, entre los que se encuentran 70.000 contratistas (limpieza de campo y otras labores). Ante la crisis, el recorte de un 10% de estos servicios, podría representar una pérdida de 7.000 puestos de trabajo, alertó.
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“Hay que entender que dentro de toda la cadena de valor de la carne, la producción tiene aproximadamente el 96% de toda la inversión y, así, el 93,7% de todos los empleos. Dentro de las 329.000 personas que trabajan en la cadena de valor de la carne, 308.000 están en el sector productivo”, remarcó.
Reiteró igualmente la voluntad que existe desde el segmento de productores para entablar una mesa de diálogo con la industria y todos los actores de la cadena a fin de lograr consenso, no perjudicar al hato ganadero y seguir apuntando a la conquista de nuevos mercados internacionales, que generen mejores ingresos para todos. “Ya sea en un instituto de la carne o en otro organismo de cualquier denominación”, añadió.
¿Cuál es el precio ideal del ganado?
De acuerdo con los análisis realizado por la Appec, para mantener el promedio “país” del rebaño ganadero, el precio por kilogramo al gancho debería estar en torno a US$ 3,60. “Por debajo de eso, el productor sufre”, añadió.
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En este contexto, desde el gremio de productores y exportadores de carne se aseguró que “harán todo el esfuerzo” para trabajar en un consenso con la industria y alistarse para los desafíos que supondrá el 2025.