Tras 25 años, el viernes último, en Uruguay, durante la LXV Cumbre del Mercosur y Países Asociados, se anunció que concluyeron las negociaciones sobre el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea.
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), en un comunicado, celebró el avance y consideró que se podría lograr la apertura o el mejoramiento de las condiciones para la exportación de productos agroindustriales desde nuestro país.
“Esperamos que esta determinación permita llevar finalmente a lograr una mayor interacción comercial entre ambos bloques y así aprovechar todo el potencial de nuestro sector”, aseguró.
La Cappro resaltó que el mercado de la Unión Europea es de “gran significancia”, atendiendo que se trata de un importante comprador de productos procesados por las industrias aceiteras paraguayas. “Se trata de uno de los principales mercados del mundo. La UE es el principal importador de harina de soja del mundo y el segundo mayor importador de granos de soja”, recuerda.
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El comunicado de la Cappro llega en un momento en que la crisis de la industria aceitera nacional se profundiza. En octubre último, el ritmo de procesamiento de oleaginosas alcanzó la cifra de 130.837 toneladas, la más baja de la que se tiene registro para el mes en un año sin sequía. Según las proyecciones del sector, la molienda cerraría el año con una caída de más del 10% con relación al 2023, hecho que implica una ociosidad cercana al 40% de su capacidad instalada.
Aún queda largo trecho para que se firme el acuerdo
Tal y como sucede con las industrias aceiteras, hay gran expectativa sobre los beneficios que se puedan generar en términos de exportación y apertura de mercados con la aprobación del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. No obstante, aún queda un largo tramo de revisión antes de la firma, ya que el acuerdo debe ser aprobado por todas las partes. El documento tendrá que ser ratificado por el Parlamento Europeo y también por los Congresos de cada país miembro del Mercosur.
Según los datos, normalmente la ratificación de la UE requiere que 15 Estados miembros, que representan el 65% de la población del bloque de 27 naciones, la aprueben y luego obtengan la autorización del Parlamento Europeo.
No obstante, países como Francia ya han dejado claro que continuará en su empeño de bloquear al acuerdo, al igual que Italia. Ahora, de a acuerdo con los últimos reportes, se hará la traducción de todos los textos negociados a los 24 idiomas oficiales de la UE para iniciar su revisión legal.