Una jugada recurrente de los parlamentarios es impulsar proyectos de ley con argumentos como eliminar privilegios en la función pública, recortar gastos superfluos, ahorrar recursos para destinar a gastos prioritarios como salud y educación, entre otros.
En ese contexto, por ejemplo, aprobaron en el Congreso la Ley N.º 6622/2020 o “Ley Godoy”, que establece medidas de racionalización del gasto público.
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También la Ley N.º 6954/2022, que prohíbe la asignación de combustibles a las autoridades y funcionarios del los tres Poderes del Estado y de organismos y entidades del Estado.
Se suma la eliminación en 2020 de un artículo de la ley de presupuesto que otorgaba a las autoridades pasajes aéreos en primera clase para sus viajes misionales, excepto para el presidente y vicepresidente de los Poderes del Estado.
Leyes impulsadas por cartistas
La “Ley Godoy” fue impulsada por el entonces senador colorado-cartista Sergio Godoy, que entre otros prohíbe a las autoridades designar a un pariente dentro del cuarto grado de consanguineidad y segundo de afinidad, como funcionario permanente, contratado o personal de confianza, que perciba una remuneración u honorario del presupuesto público, excepto a través de un concurso público de oposición.
La Ley 6954 tuvo como uno de los proyectistas al senador colorado cartista Javier Zacarias Irún, quien argumentó en su momento la necesidad de eliminar los privilegiados cupos de combustibles.
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El actual presidente de la Cámara de Senadores y del Congreso, el senador colorado- cartista Basilio “Bachi” Núñez, fue el que impulsó, como diputado, la eliminación de los pasajes aéreos en primera clase, una decisión que hace poco recordaba en una conferencia de prensa para señalar que no estaba de acuerdo con la iniciativa, pero dejando dudas si acompañará o no su aprobación en el momento de la votación.
Se excluyen de las prohibiciones
Los parlamentarios, sin embargo, se excluyen de estas disposiciones que ellos mismos aprobaron, para permitir el nombramiento de sus “nepobabies” (hijos), parientes, amigos o de su clientela política, en cargos públicos, con millonarios salarios y sin haberse sometido a ningún concurso.
El proyecto de ley de PGN 2025, con media sanción de la Cámara de Diputados, está actualmente a consideración del Senado y mañana, en sesión extraordinaria, decidirá sobre los autoaumentos y beneficios extraordinarios que seguirán recibiendo.
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Los beneficios extraordinarios son: pasaje aéreo en primera clase, seguro médico vip de G. 1.200.000 mensuales, vales de combustibles de G. 5.000.000 mensuales o/y el aumento del gasto de representación en G. 5.000.000; aunque según los últimos datos manejados sería de G. 6.000.000, distribuidos entre dieta y gastos de representación.
Los legisladores, una vez más, pasarán por alto todas las prohibiciones referidas para autoadjudicarse un mayor ingreso, que podría pasar de G 32.774.840 a G. 37.774.840 mensuales.
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Todos estos beneficios que pretenden los parlamentarios es a costa de los impuestos que paga la ciudadanía, muchos sin siquiera ganar un sueldo mínimo y sin esperanzas de tener en el futuro una jubilación, sin atención adecuada, ni medicamentos en los hospitales públicos que a diario se denuncian.
Peña no quiere confrontar, pero como ministro pidió veto
El presidente de la República, Santiago Peña (ANR-HC), por su parte, no se animó a criticar a los parlamentarios por el incremento que pretenden incluir en el proyecto de ley PGN 2025, se limitó a decir que no recomienda su aprobación.
Peña, en conferencia de prensa, dejó en claro que no puede “salir a denostar contra las aspiraciones genuinas que tenga otro poder del Estado”.
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Cuando Peña era ministro de Hacienda del gobierno de Horacio Cartes, hoy presidente del Partido Colorado, no solo cuestionó la decisión de los parlamentarios respecto a los aumentos salariales y recortes de fondos para pago de deuda realizados en el proyecto de ley de presupuesto 2017, sino que recomendó el veto total del presupuesto de entonces, que se dio finalmente y obligó a que se repita la ejecución del presupuesto 2016.
Para recordar un antecedente inmediato sobre aumentos salariales, el presidente aprobó la inclusión en el proyecto de presupuesto 2024 incrementos de entre G. 3.000.000 y G. 7.000.000 para él, el vicepresidente, los ministros y viceministros; así también, para facilitar su aprobación, planteó, vía adenda, un aumento de G. 5.000.000 para los parlamentarios, pero, gracias a la presión ciudadana, el Congreso finalmente lo rechazó.