El río Paraguay experimentó un leve repunte en el puerto de Pilar tras haber permanecido por varios meses con niveles negativos, es decir, por debajo del cero. Las recientes lluvias registradas en la zona de Ñeembucú, con acumulados de entre 70 y 80 milímetros, recargaron los arroyos, humedales y otros cauces, afluentes que alimentan el río.
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Según informes de la Prefectura Naval, desde el 7 de noviembre el río volvió a registrar valores positivos. Actualmente, la altura del agua en el puerto de Pilar es de 0,75 metros. Sin embargo, para que la balsa que conecta Pilar con Puerto Cano, en la provincia de Formosa, Argentina, pueda reanudar sus operaciones, el nivel debe alcanzar, al menos, 1,50 metros. En el puerto de Pilar, la altura promedio del río Paraguay es de 3,5 metros.
Impacto económico y social
La suspensión del cruce fronterizo de la balsa desde el pasado septiembre afectó severamente la economía local. La falta de compradores argentinos, que frecuentaban la ciudad de Pilar para adquirir ropa, calzado y artículos electrónicos, dejó estancado el comercio en la zona.
Con el leve aumento en el nivel del río, los comerciantes pilarenses se muestran esperanzados en que el servicio se reanude pronto, especialmente por la cercanía de fin de año, una época de gran actividad comercial.
No obstante, las dificultades persisten en el lado argentino, donde la ausencia de un muelle adecuado impide un funcionamiento regular del pontón para pasajeros. “Es urgente la construcción de un muelle más funcional en el lado argentino para garantizar el cruce”, señaló José Rivarola, un usuario del servicio de balsa.
Consecuencias de la bajante extrema
La histórica bajante del río, considerada la más crítica en 2024, también afectó a empresas navieras. Muchas optaron por operar en el puerto de Pilar para evitar los riesgos que presentan los pasos difíciles hacia Villeta o Asunción. La terminal portuaria de Pilar se convirtió en un centro estratégico para realizar alijes e incluso para la descarga de automóviles importados.
Récord histórico
El meteorólogo del aeropuerto “Carlos Miguel Jiménez”, Jorge Acosta, destacó que este año marcó un récord histórico de bajante en varios puertos del río Paraguay.
”Esto quedará en la historia como una de las bajantes más críticas registradas; este año rompió todos los récords anteriores”, afirmó.
Además, mencionó que la navegación en la cuenca media y baja sufrió una drástica reducción, con barcazas limitadas a calados de hasta seis pies. Acosta subrayó que la situación actual del río Paraguay refleja tanto los desafíos climáticos como la importancia de buscar soluciones para mitigar su impacto negativo en la economía del país.