En la sesión magistral “Financiamiento de las transiciones energéticas justas”, que tuvo lugar esta mañana en la sala de convenciones del Banco Central del Paraguay (BCP), el ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, llamó la atención a los representantes de organismos multilaterales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Fonplata y la CAF para que alineen sus políticas de financiamiento con la visión del desarrollo industrial y sustentable del Paraguay.
Ante un auditorio lleno -en el marco de la IX Semana de la Energía-, Giménez enfatizó en que la clave es el desarrollo de infraestructura nacional financiada en forma justa. A través de la industrialización, Paraguay podría absorber más de esta energía limpia y reducir su dependencia de fuentes no renovables, explicó.
No obstante, el ministro denunció que las actuales políticas de financiamiento de los organismos internacionales obstaculizan el impulso a la industria local. Como ejemplo, citó la reciente medida del gobierno de exigir que la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) compre torres de transmisión fabricadas en Paraguay, que podría generar hasta 8.000 empleos. Sin embargo, los términos de financiamiento de los bancos multilaterales imponen restricciones que impiden esta obligatoriedad en las licitaciones, dando preferencia a fabricantes internacionales, especialmente de China.
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“Esto no es un caso hipotético, esto no es una ficción, esto es un caso real. Hace un mes, el presidente de la República firmó un decreto (N.º 2522), exigiéndole a la ANDE que comience a comprar torres de transmisión de la industria nacional. En las últimas 30 licitaciones de la ANDE, ni una (licitación) ganó la industria nacional. Hace 10 años que las torres de transmisión de la ANDE vienen de China”, se quejó.
Agregó que luego de firmarse ese decreto, “ahora nos encontramos con que el financiamiento a la ANDE para la construcción de estas torres choca con un mandato de los organismos multilaterales que dicen: ‘nosotros tenemos nuestras propias reglas dentro de los bancos, que no permiten que se imponga la obligatoriedad de la construcción de las torres dentro de la industria nacional”.
A su lado se encontraban Gabriela Elizondo, gerente de Energía para la Latinoamérica del Banco Mundial; Fernando Cubillos, gerente de sectores productivos y nuevos negocios de CAF; Eliana Dam, vicepresidente de operaciones y países de Fonplata, y Marcelino Madrigal, gerente de Energía del BID, que le habían precedido en el uso de la palabra.
“Estamos ante una situación global en la que China y otros países subsidian la construcción de las torres. Estas torres que se producen en Asia, no con energía verde, limpia y renovable como acá, sino con energía fósil, vienen al Paraguay para que sean instaladas para hacer esta transición energética hacia lo limpio y verde. ¡Oh, ironía!”, apuntó.
El ministro añadió que la misión del gobierno es hacer una transición energética para cuidar del medio ambiente y que sea justa, pero que, sin embargo, “no tenemos el financiamiento adecuado o, por lo menos, no está alineado a esa visión que tiene el Paraguay de hacer la transición energética”. “Ayúdennos a desarrollar la industria y crear empleo para que sea justa”, agregó ante el aplauso generalizado del público presente.
El ministro abogó también por un enfoque flexible hacia el gas como un recurso de transición. “Paraguay está en un proyecto de integración energética regional, que incluye el gasoducto con Argentina y Brasil. Este es un puente hacia las renovables, no debemos estigmatizarlo”, subrayó. Giménez advirtió que una transición rígida podría provocar el rechazo social hacia las energías renovables y alimentar el escepticismo ante la crisis climática.
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Giménez concluyó instando a discutir con franqueza las necesidades y desafíos de Paraguay, sin pretensiones de corrección política. “Que también tengamos la fuerza, la madurez de poner las cosas sobre la mesa; que nadie se enoje porque tocamos este tema de forma frontal, porque creo que este nivel de discusión también, un poco desprovisto de lo políticamente correcto, nos lleva más hacia ese alcance de la verdad y la verdad es algo bueno y lo bueno siempre perdura”, finalizó.
Posteriormente, en una última ronda de reflexiones, Fernando Cubillos, gerente de sectores productivos y nuevos negocios de CAF, señaló que desde esta multilateral apoyan el financiamiento de los distintos actores que están desarrollando iniciativas con el propósito de aprovechar la energía limpia y más competitiva.
“Seguimos fomentando la energía, pero también su uso industrial en las distintas economías, no solo para la demanda doméstica, sino que también para la demanda internacional. Y ojalá las fábricas torreras de Paraguay sean tan eficientes como las chinas y, por lo tanto, puedan competir no solo en Paraguay, sino que puedan competir sin mandatos específicos en el resto de la región”, acotó.
Para ello, es necesario descarbonizar las industrias del acero, del cemento y las otras industrias difíciles de descarbonizar, puntualizó.
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Tras finalizar el evento, consultada sobre lo denunciado por el ministro Giménez, Gabriela Elizondo, gerente de Energía para la Latinoamérica del Banco Mundial, respondió no se había dado cuenta de que fuera una crítica. Señaló que los bancos multilaterales de desarrollo hacen todo lo posible por encontrar instrumentos de financiamiento que se adapten a las condiciones de los proyectos en particular y con mucho enfoque en resultados.
“En particular, el Banco Mundial tiene un espectro de productos financieros que tienen mucha flexibilidad en la forma como se estructura. Y además contamos con precios muy concesionales, porque Banco Mundial tiene un credit rating, una medición crediticia triple A. Entonces eso hace que nuestras aportaciones y nuestros financiamientos sean de un precio muy bajo y muy flexibles, muy adaptables”, explicó.