La actividad contó con la participación de más de 100 personas, que llegaron desde diferentes puntos del país para conocer el sistema de producción y manejo que desarrollan. Es que criar ganado en La Patria, Chaco, departamento de Boquerón, donde llueve 700 milímetros al año, es todo un desafío.
“En el año 1990 empezamos con la ganadería en La Patria, Chaco, pero fue en el año 2002 cuando adquirimos esta propiedad de 33.000 hectáreas, y mi padre me preguntó si me animaba a trabajar acá, en un lugar donde no había ninguna construcción, todo se debía hacer”, empezó historiando Bruno Boff, que agradeció a Granusa y Minerva Foods por el apoyo.
Por qué cambiaron de sistema
“Con mi familia siempre nos dedicamos a la ganadería de ciclo completo, desde la preñez de la vaca hasta el engorde y envío a faena de los animales, pero siempre sufriendo la dureza del Chaco. En 2011 tomamos la decisión de hacer un cambio, tuvimos que vender todas nuestras vacas y apostamos solo a la recría y terminación. Y prácticamente el animal no queda más de dos años en la estancia”, explicó el señor Boff.
Primeros tiempos
A la consulta de cómo fueron los primeros tiempos del cambio, nuestro entrevistado dijo: “Nosotros empezamos a comprar terneros para hacer recría y luego engorde, pero fallamos mucho y tuvimos que aprender con nuestros errores. Hoy día ya tenemos productores que nos proveen animales de buena genética y calidad, con los que hemos logrado acortar los tiempos y terminarlos más rápido para enviarlos a frigorífico”.
Agricultura, sí y no
“En el año 2018 empezamos con la agricultura para producir nuestro propio alimento, sea maíz, sorgo o semilla de algodón, pero lastimosamente la sequía es muy dura en el Chaco, y el costo de hacer agricultura es muy alto. Al final, lo que se ganaba en ganadería, se iba en agricultura. Ahora tomamos la decisión de hacer solo ganadería”, confirmó Boff.
Manejo de recría
Eduardo Kruger es zootecnista y administrador de la Agroganadera Santa Rita, a quien le consultamos sobre la selección de los animales para recría. “Nuestra unidad de producción cuenta con 18.000 hectáreas de pasturas, compramos los desmamantes y hacemos la recría, los cuales luego van al confinamiento para su terminación. Nosotros compramos animales de aproximadamente 200 kilos, dejamos todo el invierno a campo y el tiempo que sea necesario, y al llegar a los 400 kilos ya los llevamos al confinamiento para su engorde y terminación”, reseñó.
Confinamiento y terminación
“El confinamiento para nosotros es una estrategia. Si bien es importante porque deja cierta ganancia, nosotros lo vemos como una forma de aliviar los campos, engordar y terminar, principalmente en época de invierno. Los animales entran en confinamiento con 400 kilogramos, aproximadamente, allí los tenemos 90 a 100 días y buscamos que estén terminados con 550 a 600 kilos para enviarlos a faena”, señaló por último.