Los paraguayos que cruzaban masivamente la frontera con Argentina para comprar en guaraníes productos incluso a mitad de precio, sobre todo productos alimenticios de la canasta básica, dejaron de hacerlo. Esta compra que se realizaba fundamentalmente en guaraníes hizo que los comerciantes de frontera argentinos, que cambiaban esos guaraníes por dólares en efectivo para posteriormente venderlos en Argentina al dólar blue y así generar ganancias extraordinarias, se quedaran sin capacidad de operar.
En este caso, el precio de un producto cualquiera que es vendido informalmente en la frontera argentina e introducido al Paraguay, se adapta a las diferencias cambiarias. Gran parte del negocio no está en el precio del producto, sino en la operación cambiaria que se realiza posteriormente.
El efecto inmediato de este cambio de paradigma fue un freno importante al contrabando en la frontera con Argentina, con el consecuente incremento de precios en la canasta familiar de muchas familias, la reducción de la actividad económica de muchos informales y la mayor venta de los comercios locales.
El vínculo entre ambas monedas se puede notar al graficar el diferencial entre el dólar blue/oficial en Argentina y el dólar mayorista/minorista en Paraguay. Medida por el coeficiente de correlación, que indica la intensidad de la relación entre dos variables, estas variables presentan una relación positiva del 37%.
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El coeficiente podría indicar que en el último año, un incremento (o reducción) de la diferencia entre el dólar blue y el dólar oficial argentino, generaron una diferencia del orden del 37% entre los dos mercados paraguayos: el del dólar electrónico y el del dólar oficial.
Antes de la medida cambiaria de Milei, la diferencia entre ambas cotizaciones en Argentina era de 589 pesos por dólar, pasando a 131 pesos inmediatamente después de anunciada la medida. En Paraguay, al momento de anunciarse la medida, el dólar minorista se encontraba a 69 guaraníes por encima de la cotización mayorista.
Para principios de abril el dólar mayorista superaba en 129 guaraníes a la cotización minorista. El principal efecto proviene de la mermada demanda por dólares efectivo que iban a la Argentina, dado que el incentivo principal de diferencia entre los tipos de cambio argentinos había menguado sustancialmente.
Con posterioridad a esa fecha y hasta mediados del mes de julio la relación entre ambas variables parece hacerse aún más fuerte. Sin embargo, dicha relación se invierte a partir de esa fecha cuando vemos que el diferencial de tipos de cambio argentinos se achica unos 170 puntos, mientras que la diferencia entre el dólar minorista y mayorista en Paraguay se acorta de -58 a -23, indicando una mayor demanda por la divisa en efectivo en nuestro país.
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Parecería ser que el origen principal de dicha demanda se encuentra en ciudadanos bolivianos que la han generado. Bolivia había mantenido un tipo de cambio fijo de su moneda durante un periodo de más de 12 años con una cotización que oscilaba casi imperceptiblemente alrededor de los 6,9 pesos bolivianos por dólar.
Esto significó una reducción de las Reservas Internacionales Netas (RIN) de ese país que a hoy parecerían haberse agotado. El Banco Central de Bolivia no está publicando datos de sus montos de reservas desde mediados del año pasado e incluso ha solicitado al Parlamento de ese país la posibilidad de utilizar sus reservas en oro, prerrogativa reservada al Congreso en Bolivia. El Congreso Boliviano ha autorizado dicha utilización.
La escasez relativa de dólares en el vecino país ha generado una demanda extraordinaria de dólares en efectivo sobre Paraguay, que ha fortalecido su cotización relativamente con el dólar electrónico. Así, la demanda perdida por el lado argentino parece estar siendo crecientemente sustituida por la demanda por el lado de Bolivia.
* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones