SANTIAGO DE CHILE. El Reporte de Economía y Desarrollo (RED) de CAF de este año aborda la transición energética de los combustibles fósiles a las alternativas ambientalmente sostenibles en América Latina y el Caribe, desde un contexto del desarrollo. Así lo explicó Fernando Álvarez, ejecutivo senior de la Dirección de Investigación Socioeconómica del organismo, quien se reunió en esta ciudad con editores de Economía de medios de comunicación de la región, entre ellos ABC Color, en el marco de un taller organizado por la Fundación Gabo, juntamente con CAF.
De acuerdo con lo destacado, no es lo mismo pensar la transición energética en países con el Producto Interno Bruto (PIB) percapita que se ubica en un tercio de las cifras de los países desarrollados. Es por eso que la visión de transición debe abarcar la realidad de América Latina y el Caribe, la región que registra menos emisiones de CO 2 pero al mismo tiempo, una de las más afectadas por el cambio climático.
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Históricamente, la humanidad ha buscado consumir energía para su desarrollo y hasta finales del siglo pasado, el 80% provenía de fuentes fósiles. De ahí que las emisiones en el mundo se han multiplicado por siete hasta dicho período. Tenemos que cambiar eso, resaltó Álvarez, porque científicos sostienen que de seguir con esos mismos niveles de emisiones, derivaría en un aumento de 2° C de la temperatura del planeta por encima de la era pre industrial.
Transición energética y el camino hacia la descarbonización
Hoy, el desafío es cómo seguir desarrollándonos pero de una manera más sostenible. Es necesaria la descarbonización, por cuestiones medioambientales, pero lo debemos hacer de la forma en que se reconozcan nuestras realidades de países latinoamericanos.
La descarbonización implicará posiblemente que países cuyos crecimientos están directamente relacionados a la producción de hidrocarburos tengan una reducción importante en sus ingresos, reconoció el especialista. Pero al mismo tiempo, los nuevos modelos de producción de energía limpia pueden ser oportunidades de generación de empleo y de inversión para los que hoy se dedican al rubro de hidrocarburos.
Para Álvarez, no hace falta arrojar a la basura a toda la industria de combustibles fósiles, ya que ella puede transformarse y enfocarse en las energías alternativas.
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El impacto de los combustibles fósiles
Según los datos de CAF, desde 1850 la actividad humana ha causado la emisión de más de 2.300 gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2). Más del 68 % de esas emisiones provinieron del uso de energía generada por fuentes fósiles.
“Comparativamente, América Latina y el Caribe contribuye poco en materia de emisiones (11 % del total global), pero es particularmente vulnerable a los efectos negativos del cambio climático, lo que a su vez demanda esfuerzos de adaptación y resiliencia climática. Por ello, la transición energética deberá ser justa, favorecer un crecimiento económico vigoroso e inclusivo, y contribuir al cierre de brechas de ingreso per cápita respecto al mundo desarrollado y a la reducción de la desigualdad y la pobreza”, resalta un resumen difundido por el oranismo.
Estos y otros temas afines se analizan en el RED 2024, titulado “Energías renovadas: Transición energética justa para el desarrollo sostenible”, a presentarse en la noche de hoy, jueves 13, en Santiago de Chile. El reporte, que también incluye numerosos datos sobre Paraguay, pone énfasis en tres sectores cruciales para la demanda: el transporte, la industria y el sector residencial, y cierra con un análisis de los impactos que la transición tendrá en la macroeconomía en su conjunto, en particular sobre las finanzas públicas, el sector externo y el mercado laboral.
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“Somos una región de soluciones, con capacidad para contribuir al proceso mundial de transición energética aprovechando las oportunidades que surgen para los países con reservas de minerales críticos –como el litio, el cobre o el níquel–, para los países con reservas de gas cuyo uso durante la transición reduciría las emisiones sin abandonar inmediatamente los combustibles fósiles y para los países con potencial de producción de energías renovables en la relocalización de actividades intensivas en energía (powershoring). Con este RED, el banco de desarrollo de América Latina y el Caribe ratifica su compromiso de acompañar a la región mientras afronta con éxito el desafío de una transición con energías renovadas”, afirmó Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF.
Para el lanzamiento regional del RED se prevé la participación de los ministros de Hacienda, Mario Marcel; Medio Ambiene, Maisa Rojas; y de Energía de la República de Chile, Diego Pardow; junto con el presidente ejecutivo de CAF, Sergio Díaz-Granados, y expertos en transición energética.