Pese a incertidumbres globales, se espera un buen año económico, resalta Dende

La consultora Dende prevé un crecimiento económico del 3,7% en líneas con las expectativas oficiales, esto pese a las incertidumbres globales que persisten. En cuanto a la inflación elevaron su percepción a 4,4% ante mayores presiones y esperan que el tipo de cambio cierre en cerca de G. 7.600 a fin de año.

Perspectivas Dende 2024 se realizó el martes último en el hotel Sheraton
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A pesar de la incertidumbre global, se espera un buen año en materia económica, manifestó el economista y exministro de Hacienda César Barreto durante la presentación de Perspectivas Dende 2024, que se realizó martes último en el Hotel Sheraton. Expuso también el politólogo José Tomás Sánchez, en tanto las conclusiones estuvieron a cargo del presidente de Dende, Alberto Acosta Garbarino.

Barreto manifestó que la buena cosecha de soja, la fuerte caída del contrabando, la mejora de la exportación de la carne, así como el inicio del pago a proveedores del Estado y una mejor recaudación a inicios de este año permitieron un mejoramiento de la actividad económica. En materia de política monetaria, estima que la inflación interanual se mantendrá por encima del 5 %.

Al hacer un repaso sobre la economía a nivel mundial, señaló que no se sabe si habrá ajuste de tasas en Estados Unidos, pero sí es claro que no volvería a niveles mínimos. Agregó que si bien la economía de China presenta dificultades, principalmente en el mercado inmobiliario, el primer trimestre fue mejor de lo esperado gracias al desempeño del sector industrial.

Proyecciones económicas de Dende para el presente año

En el caso de Argentina, explicó que las medidas llevadas a cabo por el presidente Javier Milei, como el programa de ajuste fiscal y la media sanción a su Ley Bases, fueron efectivas. Refirió que si bien está pendiente la eliminación del cepo cambiario, mientras continúe mínima la brecha cambiaria beneficia a nuestro país, por menor contrabando de productos del país vecino a nuestro territorio.

Sobre Brasil, dijo que la actividad económica sigue fuerte y que el desafío del gobierno de Luiz Lula Da Silva es el cumplimiento de su nueva regla fiscal.

Crecimiento económico sólido

Proyecciones de inflación y tipo de cambio, Dende 2024

El economista detalló que las perspectivas de Dende se basan justamente en los escenarios mencionados, por lo que esperan que el PIB cerrará en 3,7 % este año en línea con la proyección oficial, debido a una menor cosecha del maíz y un complicado panorama para el sector de la construcción. En lo que respecta a la inflación cerrará en 4,4 % un poco por encima de lo esperando inicialmente, esto debido a las mayores presiones por aumento de precios de los alimentos, y del tipo de cambio.

Sobre el tipo de cambio, la consultora estima que cerrará este año entre G. 7.400 y G. 7.600 por dólar.

Respaldo moral para orientar las reformas

Por otra parte, el politólogo José Tomás Sánchez, en su intervención ofreció un análisis sobre la realidad política de Paraguay en el contexto de los primeros nueve meses del gobierno de Santiago Peña. En su exposición, señaló cómo se ha manifestado la pronosticada división del poder en tres partes distintas: el presidencial, el político concentrado en Horacio Cartes y el Partido Colorado, y cómo impacta en el impulso de las reformas que necesita el país.

Sánchez refirió que, a pesar de los esfuerzos del Ejecutivo por implementar reformas, la gestión política ha fortalecido al Partido Colorado bajo el liderazgo del ex presidente Cartes. Esta dinámica se ha reflejado en una serie de eventos, como el intento de derogar el convenio con la Unión Europea, los escándalos relacionados con los “nepobabys”, las crisis vinculadas al Arancel Cero estudiantil, y las destituciones de figuras clave como Kattya González y del exviceministro de Atención Integral de la Salud, Miguel Olmedo.

Apertura de mercados, inversión y pacificación

Finalmente, Alberto Acosta Garbarino, presidente de Dende, se refirió a las perspectivas políticas y económicas del Paraguay, relató la evolución del país desde el boom de los commodities en 2003, cuando América Latina experimentó un crecimiento generalizado, y Paraguay se benefició especialmente gracias al esfuerzo del sector privado, que generó un aumento en la producción agropecuaria.

Sin embargo, señaló que el panorama ha cambiado drásticamente, y Paraguay debe adaptarse a estas transformaciones. Los motores tradicionales de crecimiento, como la soja y la carne, están alcanzando su límite. Es crucial, en su opinión, diversificar la economía y apostar por el sector industrial como un nuevo motor de desarrollo. A diferencia de los commodities, la industria requiere esfuerzos activos para abrir mercados, lo que implica una mayor intervención estatal, de la mano de la Cancillería, ya que el esfuerzo privado en este menester resulta insuficiente.

En otro momento, enfatizó la necesidad de una mayor inversión en infraestructura y desarrollo social. Para lograr estas metas, se requieren reformas que cubran los déficits en inversión. En ese sentido, refirió que el empresariado apoya la agenda de reformas del presidente Santiago Peña, aunque dudan del respaldo del Partido Colorado, lo que dificultaría su implementación.

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