Karen Petersen, vicepresidenta de la Unión de Empresas Agropecuarias (UEA), dio la bienvenida al espacio Innovar Mujer, indicando que cada día existen más congéneres con trabajos destacables y con aporte a sus comunidades y al mundo agropecuario.
Un relato de valentía, determinación y resiliencia fue plasmado por Teresita Adorno, de Agroganadera Karanda’y Poty, que emocionó a los presentes con su historia de vida “Sembrando fortaleza. Mujeres en el agronegocio”.
Un divorcio, un proyecto agropecuario con mucho riesgo y la aparición de un cáncer en un solo año fueron desafíos que se propuso superar, asentada en una fe inquebrantable y, tras el tiempo de las angustias casi interminables, hoy puede testimoniar que el establecimiento agropecuario experimenta los frutos de su liderazgo.
La mujer ganadera mencionó 3 puntos importantes para vencer la enfermedad: “aceptar y entregarse a la voluntad de Dios; decisión, disciplina y coraje; actitud positiva, determinación y resiliencia”.
Administrar valores
Por su parte, Amanda Da Vega se refirió a la dinámica de las empresas rurales familiares, destacando en su ponencia “Gestión económica y financiera para negocios agrícolas”, que el desafío radica en administrar las diferentes normas, valores y expectativas de varias posiciones en los tres círculos: familia, patrimonio y negocio.
Para Silvia Gil, quien subió al escenario para incentivar a las presentes a través de su charla “Pasión en acción”, sostuvo que solo en la acción se sale de la zona de confort, mientras que si una quiere evolucionar tan solo quedándose donde está, se le irán los años y no conquistará nada.