El acuerdo de la Unión Europea (UE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur) se presenta como el acuerdo de libre comercio más amplio que haya negociado la UE. Si bien se ha impulsado una agenda equilibrada para ambos bloques en materia comercial, uno de los componentes que ha generado más resistencia de los dos lados ha sido la política ambiental, según se desprende de lo abordado en el Seminario sobre Políticas de Sostenibilidad y Comercio Internacional, organizado por la Comisión Europea, dirigido a periodistas de al menos dos decenas de países del mundo, entre ellos Paraguay.
En el encuentro, desarrollado esta semana en Bruselas (Bélgica), se describió la visión del consumidor europeo, que busca dejar de comprar productos que promuevan la deforestación y la degradación ambiental. Es por eso que los acuerdos intentan un futuro más sostenible y prácticas más ecológicas, no solo dentro de la UE, sino también influenciar en el resto del mundo, en un camino hacia el progreso que beneficie a todos.
No obstante, en el seminario se hizo hincapié en que la UE no pretende regular las emisiones de CO2 en países terceros. Lo único que puede controlar es lo que ocurre dentro de sus fronteras. De ahí que cuando un producto entra en la UE, es donde intentan hacer algo.
En ese contexto, se explicó que todos los acuerdos comerciales que se vienen impulsando, así como las regulaciones autónomas del bloque, tienen el componente medioambiental. En el caso del acuerdo UE-Mercosur, además de ese tópico, también se ha debatido la situación de productores europeos y su afectación si ingresan más productos provenientes de Sudamérica.
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Acuerdo UE-Mercosur: la incidencia de ambos lados
Pero así como ocurre en esta parte del globo, también en el viejo continente ha habido desinformación respecto al texto negociado. En algunas ocasiones se ha dicho de manera simplista que la UE estaba abandonando su agricultura a cambio de productos industriales pero, según lo explicado, si bien en el Mercosur están las grandes potencias agroalimentarias, ellas hoy ya ingresan a Europa con sus productos. Pero un acuerdo hará que estos productos tengan más competitividad, y en contrapartida, la UE podrá ingresar al bloque sudamericano.
Según informes sobre el impacto del acuerdo comercial en agricultura de la UE, la incidencia es de solo 2%, que se compensa plenamente con la posibilidad de enviar a Mercosur productos industrializados, como vinos, lácteos y otros.
En lo que respecta al Paraguay, el capítulo agrícola de la deforestación es el que más lo afectaría, ya que intentan que las reglas aplicadas dentro de UE también se apliquen a los productos de afuera. Pero este tema ya es algo que se viene abordando desde otros reglamento, como el 1115 que entra en vigencia desde el 1 de enero de 2025 y que afecta a todos los productos que se ofrezcan en el mercado europeo. Sobre eso no hay vuelta atrás. Aunque también habrá ventajas importantes para quienes logren ajustarse a las nuevas exigencias.
En tal sentido, se explicó el caso del sector vacuno. Hoy la UE importa 200.000 toneladas de carne bovina del Mercosur y con el acuerdo UE-Mercosur, se podrían ingresar 90.000 toneladas adicionales. En volumen, el impacto no será significativo, pero en el precio, será beneficioso porque las empresas del Mercosur, en lugar de pagar 100% de aranceles, abonarán solo 7%.
Pero, ¿cómo están hoy las negociaciones? El Acuerdo UE - Mercosur es también político, naturalmente, y por eso el proceso ha sufrido contratiempos. En 2019 se concluyó el acuerdo macro pero luego hubo oposición principalmente de Brasil, por las exigencias ambientales de UE, primeramente con Jair Bolsonaro y luego también con el sucesor de este, Luiz Inácio Lula da Silva.
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Francia sigue con la postura más radical
En tanto, puertas adentro de la UE, se informa que Francia es el principal detractor con la postura más radical, pero con un debate que no es racional, sino político. Por ello se ha intentado demostrar a la ciudadanía europea que los socios de ambos bloques son afines, políticamente y democráticamente y que se busca la manera de reforzar esa cooperación.
Lo último que se avanzó fue hasta setiembre del año pasado, de acuerdo con lo informado. Mientras que desde la Comisión Europea se espera que el proceso concluya satisfactoriamente, en beneficio mutuo. Aunque aclaran que se puede creer que un acuerdo comercial lo resuelve todo, pero hay que considerar que esto es solo un manual de reglas, no se van a resolver los problemas de la deforestación y la amenaza a la biodiversidad a través de los acuerdos comerciales. Pero aunque no es un “punto final”, se considera que es un importante “punto de partida”, y también un instrumento muy útil para apoyar a la población rural de manera sostenible.
Al respecto, Valdis Dombrovskis, el comisario de Comercio y vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea para una Economía al Servicio de las Personas, reconoció que “la negociación no ha sido fácil”. En la tarde del jueves último se reunió con los medios de prensa, incluyendo ABC Color, y dijo que se ha tenido la posibilidad de concluir el acuerdo en diciembre del año pasado, “pero por desgracia la administración saliente de Argentina (bajo la presidencia de Alberto Fernández) ya no participaba en esas negociaciones”. Por el contrario, el gobierno argentino actual (de Javier Milei) “está plenamente comprometido para alcanzar ese acuerdo. Las discusiones con el Mercosur prosiguen”.
Encuentro Lula-Macrón será una oportunidad para avanzar
En cuanto a Brasil, se ha informado desde las fuentes oficiales que el presidente brasileño Lula da Silva recibirá la próxima semana a su homólogo francés, Emmanuel Macron, en la ciudad amazónica de Belém. “Es verdad que el encuentro de Macron con Lula ofrecerá una oportunidad para hablar de cómo avanzar. Por parte de la UE se han expresado preocupaciones, primero ante aspectos medioambientales y estamos trabajando en el instrumento de sostenibilidad. Se está tratando intensamente de abordar esa preocupación”, dijo Dombrovskis.
“También preocupa el posible impacto al sector agrícola de la UE por el acceso al mercado que se ofrece a los productores del Mercosur, pero por parte de la Comisión Europea hemos logrado un equilibrio de mercado”, aseguró.
En otro orden, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea también afirmó que la política comercial puede impulsar la innovación y crear oportunidades de acceso a los mercados para bienes y servicios ecológicos, puede facilitar la adopción, el uso y el flujo de tecnologías limpias y eficientes.
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Todos los acuerdos UE tienen componente verde
“A nivel bilateral, hemos ajustado cuidadosamente nuestro enfoque hacia los Tratados de Libre Comercio para garantizar que faciliten cada vez más la transición verde. Todos los acuerdos comerciales modernos de la UE contienen normas sobre comercio y desarrollo sostenible, con los llamados Capítulos TSD. También incorporamos la sostenibilidad en todos nuestros acuerdos comerciales para priorizar la liberalización de bienes y servicios verdes, liberalizar el comercio de materias primas y bienes energéticos para la transición climática, promover la contratación pública sostenible y eliminar barreras al comercio y la inversión en energía renovable”, sostuvo.
ABC conversó también con el Embajador de Paraguay en Bélgica, Rigoberto Gauto Vielman, y éste señaló que se siente bastante frustrado porque no se ha podido finiquitar este acuerdo UE-Mercorsur.
“El acuerdo está paralizado en este momento, está congelado. A mi entender, no hemos podido aprovechar esa pequeña ventana que se presentó y concluir la negociación antes de fin de año (2023). Había terminado en su fase general comercial en 2019, donde conseguimos terminar las negociaciones sobre los intercambios, pero luego surgió el problema ambiental. El gobierno de Bolsonaro se mostraba reacio a cumplir las normas ambientales relacionadas al Acuerdo de París, entonces fue un pretexto muy bueno para Francia para exigir un documento adicional de compromiso del Mercosur para poder concluir el acuerdo”, explicó.
Hasta cierto punto, la pandemia frenó un poco el avance de las negociaciones, pero se encontró el mecanismo de la videoconferencia y gracias a eso se siguió avanzando. “Pero esto (la resistencia brasileña y luego también argentina) vino posteriormente. Cuando por fin los europeos presentaron su documento donde debíamos ponernos de acuerdo sobre esas cuestiones de caracter amiental y ese fue el trancazo. Brasil presentó su propia versión del texto”, añadió.
Acuerdo UE-Mercosur dependerá de elecciones europeas
Además, de acuerdo con lo explicado, las negociaciones también se paralizaron en este 2024 porque del 6 al 9 de junio de este año se hacen las elecciones europeas. Eso podría favorecer al acuerdo, porque se estima que ganarán más escaños los partidos considerados de centro derecha, más proclives a los acuerdos comerciales y al libre comercio.
Finalmente, hay que esperar a ver cómo se compone el mapa político europeo postelecciones y entonces se tendrá un panorama más claro de cómo concretar por fin el acuerdo UE-Mercosur.