Guillermina Coronel de Imlach, presidenta de la Asociación de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Asomipymes), opinó que la homilía del monseñor Ricardo Valenzuela, durante la misa central del Día de la Virgen de Caacupé, terminará siendo “un sermón más” para las autoridades del país. Las declaraciones las brindó ayer, a ABC.
El obispo de esa diócesis realizó un repaso de las principales preocupaciones de la ciudadanía en las últimas semanas, haciendo énfasis en la urgencia de una actuación rápida por parte de las autoridades responsables del manejo del país.
El mensaje lo dio en coincidencia con la presencia del presidente de la República, Santiago Peña, quien se encontraba con la Primera Dama, Leticia Ocampos, además de integrantes de su Gabinete.
Entre los temas abordados y destacados por el representante de la Iglesia se encontró el proyecto de ley de Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones, impulsado por el Poder Ejecutivo.
Al respecto, Guillermina Coronel señaló que “cada 8 de diciembre es lo mismo”. “El monseñor amenaza o dice cómo tiene que ser (el gobierno de turno), pero acá no pasa de eso. Un sérmón más”, dijo.
Añadió que esta situación es repetitiva, debido a que los políticos en general están muy corrompidos y la justicia no actúa.
“Un sermón más, en donde todo termina en ese sermón porque a esta gente no ‘le entra bala’, no tiene miedo de nada ni de nadie. No hay justicia”, puntualizó la gremialista.
Las mipymes representan el 98% de las empresas del país y emplean al 70% de la población económicamente activa (PEA), y a la vez componen el sector más informal.
La importancia del rubro se evidenció más en pandemia, pues se comprobó que miles de compañías quebraron y el gobierno de ese entonces debió realizar enormes esfuerzos para asistirlas, pues muchas operan “en negro” y por lo tanto, son invisibles para el Estado. Ahora, siguen pendientes de avanzar en una serie de planes para fortalecer al sector.
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Luis Tavella, presidente de la Federación Paraguaya de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Fedemipymes), trabaja con las centrales obreras para lograr que los empleados del sector logren acceder al seguro social y, por ende, la jubilación.
En cuanto a la homilía, Tavella opinó que “fue más bien un discurso político que religioso, pero creo que es el sentir de los ciudadanos”.
Consideró que el obispo tuvo en cuenta todos los puntos más importantes en los que se tiene que trabajar para cambiar y mejorar la situación político económica y social del Paraguay.
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Otros temas abordados fueron la preocupación por la inseguridad, la corrupción e impunidad.
“Lo que no sé es si se acusó recibo. Creo que todos saben lo que hay que hacer. La gran duda siempre es si quieren o si les dejan”, finalizó.
Jubilaciones deben blindarse
Pedro Halley, representante de la Unión de Jubilados del Paraguay, también habló de su interpretación al mensaje de la Iglesia en su homilía en la misa central por el Día de la Virgen de Caacupé. El mensaje es que los fondos jubilatorios del Instituto de Previsión Social (IPS) deben ser blindados a los antojos de las autoridades de turno, dijo.
“El IPS debe ser una ‘caja cerrada’ a las apetencias oportunistas de la clase política, y su cuidado también debe estar a cargo del Estado”, mencionó.
Agregó que la oración sobre el Estado “se refiere a un gendarme que cuida, que avisa riesgos, advierte si algo se hace mal, que recomienda las correcciones y que denuncia a la justicia cuando un administrador comete un delito”, observó Halley.
Seguidamente, el representante de los jubilados puntualizó que “el cuidador nunca puede administrar y decidir, lo cual sí se estipula que se haga con la redacción actual del proyecto de ley de superintendencia de jubilaciones”.
Halley comparó ese documetno con la ley de Superintendencia de Bancos. “Vemos que (esta última) sólo tiene cuatro artículos y los mismos se basan en estos conceptos, que son cuidar la seguridad de las operaciones mediante normas administrativas que obligan a no traspasar limites, y si se traspasan se imponen previsiones de capital, encajes y multas. No administra. Ayuda a administrar correctamente”, puntualizó Halley.
“Así deben interpretarse las palabras de la Iglesia. Y, literalmente, lo que decimos hace meses”, señaló.