El molino chino que la Industria Nacional del Cemento (INC) compró de Engineering, de Juan Andrés Campos Cervera, por US$ 12 millones, en el marco de las inversiones de los bonos soberanos en la estatal, ya está reparado tras estar paralizado durante más de seis meses.
Así confirmó a ABC Color el presidente de la estatal, Gerardo Guerrero Agusti, quien a su vez defendió la inversión de US$ 80 millones provenientes de la emisión de bonos soberanos en las fábricas de Villeta y Vallemí, pese a que hasta ahora no se ve el resultado esperado tras la millonaria apuesta.
Esta máquina, denominada molino N° 2, de origen chino, dejó de operar en la planta de Villeta desde febrero de este año por falta de repuestos, según reportaron los obreros de la fábrica. Concretamente, esto ocurrió porque no se cuenta con cuerpos moledores y placas, indicaron.
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“El molino 2 de Engineering está operativo. Empezó a estar operativo desde la semana pasada. El molino necesitaba una reposición de placas, solamente eso es lo que le faltaba. Le faltaba una reposición de placas que terminaron de hacerlo la semana pasada y ya está operativo. Ahora con el clinker que está llegando (de Vallemí a Villeta) creo que vamos a poner otra vez en funcionamiento”, expresó Guerrero.
Justamente, para reparar la máquina, la empresa pública tuvo que reciclar las placas originales del molino viejo de la estatal, a través de una remanufacturación, para adaptarlo al “nuevo” molino que se había comprado de la conocida “superproveedora”.
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Nuevo titular de INC defiende inversiones, pese a fracaso que corroboró la Contraloría
Guerrero Agusti defendió la inversión de US$ 80 millones provenientes de los bonos soberanos en la INC, porque según dijo, las instalaciones funcionan. Culpó a la falta de gestión para la compra de clínker por la baja producción y las pérdidas que tiene hasta ahora la estatal (G. 35.000 millones hasta julio).
Al parecer, el nuevo presidente de la empresa se olvidó que ya en el 2019, la Contraloría corroboró que esta apuesta fracasó, porque habían prometido aumentar la capacidad de producción de clínker y de cemento, pero el resultado fue todo lo contrario. Tras esta primera auditoría del ente contralor, la Fiscalía inició una investigación sobre el caso, que no avanzó hasta ahora.
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El fiscal Jorge Arce, de la Unidad Especializada de Delitos Económicos y Anticorrupción, está a cargo de las pesquisas desde diciembre del 2019, pero sin resultados a casi cuatro años de investigación.
Respecto a las pesquisas, lo último que informó el fiscal Arce a este diario es que continúa la investigación y que estaba con una diligencia en la causa. En este sentido, dijo que no podía dar detalles y que “pronto” se tendría alguna definición.
Tras otra auditoría de la Contraloría, de agosto del año pasado, la fiscalía abrió otra carpeta fiscal, esta vez por el montaje del ventilador de tiro horno III (ultima parte de la inversión de los bonos), donde también hay indicios de un daño patrimonial de más de G. 2.173 millones.
Esta carpeta está en manos de la fiscala Natalia Fuster, de la Unidad de Delitos Económicos y Anticorrupción, desde mayo de este año, y estaba pendiente la realización de una pericia.