En un reciente informe para el Centro de Análisis de la Economía Paraguaya (Cadep) la economista Verónica Serafini se refirió a los polémicos resultados del Censo Nacional de Población y Viviendas 2022 que evidenció que la población paraguaya al año 2022 estaba en 6.109.644 personas, por debajo de lo proyectado de 7,4 millones de personas. Según la profesional, ya se notaban señales de sobreestimación de las proyección de población que se manejaban y que estos datos estarían más próximos a la realidad.
Serafini coincidió con las explicaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) de que las proyecciones ya muy sesgadas con una población base del año 2000, retro proyectada en función a los resultados del Censo 2002, dado que el Censo 2012 tuvo un déficit de cobertura superior al 10% y no ofrecía información sobre el total de la población.
Esto implica, según la profesional, que a medida que se alejan del año base pierden efectividad.
En cuanto a las variables que incidieron en estos significativos cambios, mencionó que una de las más importantes en el cambio demográfico es la tasa global de fecundidad o promedio de hijos por mujer, que en ese periodo disminuyó pasando de 3,5 hijos por mujer en 2000-2005 a 2,4 hijos por mujer en 2022, es decir casi un hijo menos por mujer.
Las otras variables que explican los cambios en el volumen de la población son la mortalidad y las migraciones. En el primer caso impactaron las muertes ocasionadas por la pandemia, así como la sobre mortalidad que generó en otras causas.
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Diferencias con proyecciones de organismos internacionales
El Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade) a fines de 2022 anticipó una caída de la población proyectada para toda la región. Para el caso de Paraguay, redujo la proyección a 6.780.752 (Celade, 2022), dando cuenta de un fenómeno regional del que Paraguay es parte y en cuya revisión se centraron en las nuevas tablas de mortalidad para la región.
Por otro lado, desde hacia varios años atrás, las discusiones con técnicos de algunos ministerios con relación a las rendiciones de cuentas e informes de gestión sobre coberturas de las políticas públicas señalaban brechas entre los registros administrativos y las proyecciones poblacionales.
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Los registros administrativos mostraban una menor población en los territorios que las estimaciones. La comparación de los datos censales 2022 con registros administrativos, que a su vez mejoraron su calidad y cobertura con los años, permitió corroborar que las proyecciones sobreestimaban la cantidad de niños, niñas y adolescentes frente a otros instrumentos disponibles en la actualidad como el Registro Único del Estudiante (RUE).