Pedro Loblein dijo que el Instituto Nacional de Cooperativismo (Incoop) ha cumplido con su misión de ser un ente regulador independiente, pero también muchas lecciones aprendidas. “Llego el tiempo de evaluar y adaptarse a los nuevos tiempos para buscar fortalecer más al Incoop” acotó Loblien.
El titular del ente regulador de las cooperativas reconoció que el Incoop tiene una estructura débil en todos los sentidos. Desde el punto de desarrollo tecnológico, desde el punto de vista de capital humano.
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“Hay muy buena gente pero necesitamos capacitar. Detalló que la función de un supervisor es de un perfil muy profesional y que en ese sentido, el Incoop tiene que buscar la profesionalización del capital humano, reforzado fuertemente con un fortalecimiento tecnológico para que el ente sea mucho “más proactivo que reactivo”, expresó.
Loblein señaló que hasta ahora el Incoop detecta las irregularidades y en base a eso reacciona, pero añadió que ahora hay que pasar al siguiente paso de ser proactivo. “Pasar de un sistema de control basado de indicadores, a un sistema de control basado en riesgos, eso es fundamental y entonces necesitamos también una nueva estructura organizacional”, afirmó.
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A nivel de indicadores, Loblein resaltó que las cooperativas siguen siendo un brazo fuerte en el sistema financiero nacional, con crecimiento en ahorros, créditos, capital societario.
No obstante, reconoció que si hay un avance en la tasa de morosidad que está en alrededor del 9%, y que se debe puntualmente a los sectores micro, de préstamos de consumo que presentan atrasos significativos en algunos casos.