En comunicación con ABC Cardinal este lunes, el exministro de Hacienda Manuel Ferreira expresó su preocupación por el proyecto de ley que plantea fusionar la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) y la Dirección Nacional de Aduanas en un organismo denominado Dirección de Ingresos Tributarios, teóricamente bajo el paraguas del Ministerio de Hacienda, algo que -a su juicio- podría resultar en una pérdida de poder para el ministro de la cartera económica y que en su opinión ha sido aprobado con excesiva celeridad, sin que se lleven a cabo las discusiones necesarias.
El exministro Ferreira, quien estuvo a cargo de Hacienda durante el gobierno de Federico Franco (2012-2013), se hizo eco de preocupaciones expresadas por otro exministro de esa cartera del Estado, César Barreto –ministro entre 2007 y 2008–, quien planteó que poner el 90% de las recaudaciones del Estado bajo control de un solo organismo como la eventual Dirección de Ingresos Tributarios es algo “conceptualmente” necesario pero que en la práctica podría permitir a las autoridades de turno usar esas recaudaciones con fines políticos y generar corrupción.
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“Todo lo que es impuestos va a entrar por ahí; lo único que va a quedar fuera son otros ingresos como las transferencias de las binacionales”, explicó Ferreira.
El exministro señaló que Aduanas es “un mecanismo de control, decisión y generación de recursos demasiado importante” que no puede quedar sujeto a las coyunturas políticas puntuales, señalando como ejemplo positivo una dirección similar a la de Ingresos Tributarios propuesta en Paraguay que se instaló en Chile, cuyo director fue contratado por concurso y se mantuvo en el cargo a lo largo de varios periodos presidenciales.
“Uno de los problemas serios es que el ministro de Hacienda o Economía sea una persona que, ante todos estos esquemas de recaudación, se quede hablando pavadas y no pueda generar influencia”, advirtió.
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El exministro señaló que en el texto del proyecto de ley aprobado por la Cámara de Diputados no se establece formalmente un vínculo entre la Dirección de Ingresos Tributarios y Hacienda, ya que no sería un viceministerio sino una dirección directamente dependiente de la Presidencia
“El ministro (de Hacienda) puede convertirse en un florero en temas recaudatorios”, ilustró.
Sospechosa celeridad en aprobación
Cuestionó también la velocidad con que la Cámara Baja, con impulso de la bancada cartista, aprobó el proyecto de ley de fusión.
“La velocidad del tratamiento de esta ley no es lo más adecuado; es importante discutir este tipo de iniciativa legal con un amplio número de personas. Esta ley se aprobó en dos días”, señaló.
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“Estas son políticas de largo aliento, estamos haciendo un cambio en la forma de administrar el Estado, no se puede aprobar una ley en dos días, tenemos que involucrar a los sectores afectados”, subrayó.
Demasiado poder en manos de funcionarios
Opinó que una debilidad del sistema es “la facilidad que existe en el nombramiento y remoción” no solo del cargo de ministro de Hacienda sino de funcionarios públicos en general.
En opinión del exministro Ferreira, uno de los graves problemas que aquejan al Estado paraguayo es que los mecanismos actuales de gestión de recursos humanos no dan autonomía de contratación o despido a los directores de las instituciones, lo que “ha sido una fuente de corrupción” al depositar un poder desmesurado en los funcionarios.
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“¿A mí qué me importa si gano menos que el (salario) mínimo si me ponen en Aduanas y puedo recaudar?”, ejemplificó. “Es un peligro cuando existe mucho poder (…) Lo que hace un funcionario corrupto es poner restricciones para cobrar la solución”, subrayó.
Si bien dijo que el nombramiento de los directores debe “estar bajo la lupa democrática” y ser potestad de la Presidencia, acotó que es un peligro real que, en caso de que haya un presidente “débil” en el poder, los nombramientos sean realizados en la práctica por senadores o diputados, lo que podría comprometer la independencia de los organismos afectados.
Insistió en que los cargos como el de director de una eventual Dirección de Ingresos Tributarios deberían ser “cuestión de concursos con distintos postulantes” de los cuales se forme una terna para que el presidente de la República elija de entre los ternados.
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Ferreira señaló también que con la fusión de la SET y Aduanas ocurrirán “duplicaciones de funciones”, teniendo en cuenta que dentro de ambas instituciones hay organismos que cumplen las mismas funciones.
Expectativas sobre Peña y sus elegidos
El exministro Ferreira reflexionó sobre las perspectivas para el gobierno del presidente electo Santiago Peña, señalando que, si bien “va a tener ciertas peculiaridades”, por el perfil de las personas que han sido anunciadas como parte de su gabinete, se puede inferir que tendrá considerables similaridades con el gobierno de su padrino político, Horacio Cartes (2013-2018).
Sobre Cartes, Ferreira dijo que “tenía la particularidad de ser un presidente con mucho poder interno”, lo que otorgaba a sus ministros la capacidad de desentenderse de la influencia del Congreso, pero señaló que no hay garantías de que el presidente electo Peña tenga ese mismo nivel de poder interno.
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Sobre el actual viceministro de Tributación, Óscar Orué, quien sería el virtual director de Ingresos Tributarios, Ferreira dijo que se trata de “una persona interesante que tiene conceptos”, pero enfatizó que independientemente de la idoneidad de la actual persona en el cargo o en la Presidencia, “mañana puede haber un presidente más débil con influencia de senadores que van a nombrar el cargo”.
El exministro Ferreira concluyó diciendo que el proyecto de ley en su forma actual podría poner en riesgo la “consolidación” del Ministerio de Hacienda en la opinión pública como una institución libre de influencia política y digna de confianza.
“Nunca es cualquiera el ministro; los nombramientos suelen ser de personas calificadas. Si le nombrás a cualquiera, va a haber un alzamiento popular, empresarial”, advirtió.