Yacyretá se atasca de nuevo en una severa crisis de escasez de recursos

La Entidad Binacional Yacyretá (EBY), una vez más, en los 50 años que pasaron desde la firma del correspondiente Tratado, se atasca en una alarmante crisis, si por crisis entendemos una situación compleja y muy difícil. Los recientes amagues de su director ejecutivo paraguayo, Nicanor Duarte Frutos, son apenas un botón del crítico muestrario, advierten en el sector Energía.

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El jueves último, luego de reunirse con el presidente la República, Mario Abdo Benítez, en una iimporvisada sesión de prguntas y respuestas con la prensa, Nicanor Duarte Frutos, admitía la presencia de la crisis en la relación paraguayo/argentina en Yacyretá.

Azuzado por las preguntas de algunos de los entrevistadores, habló inclusive de medidas de presión sobre nuestros socios por partes iguales en la binacional, como la apertura de las compuertas de la represa o la interrupción de la política de cesión del excedente paraguayo en Yacyretá al sistema argentino.

Los conflictos en Yacyretá comienzan aumentar de número y volumen debido a la falta de transferencia de recursos desde la Argentina, principal beneficiara del energía que genera la binacional.

Aún cuando el Ing. Leopodo Melo, ex jefe técnico paraguayo de la EBY, aclarase que lo de Duarte Frutos se trataba del habitual “cháke” (amenaza), al que ya se recurrió en otras ocasiones en los entrepisos de la binacionalidad, cuando los argentinos se olvidaban o postergaban el cumplimiento de un compromiso que en el mercado de la energía se cotiza en recursos “contantes y sonantes”.

El director paraguayo daba cifras: US$ 80 millones por cesión de energía paraguaya y US$ 33 millones por en concepto de transferencia de recursos - recaudados con la venta de la energía de la central binacional- que permiten el funcionamiento de la entidad binacional.

Ninguna realidad tapa la relevancia de Yacyretá para los dos países

Duarte admitió que nuestros socios en la binacional, además de la coyuntura electoral en la que se debaten, enfrentan serios problemas económicos, problemas que, según dijo, no deberían tapar la relevancia de Yacyretá para nosotros y especialmente para ellos.

El Ing. Melo, a su turno, imputaba la responsabilidad de la crisis al aplazamiento de la revisión de la Anexo C del Tratado de Yacyretá, que según el Tratado debió concretarse en el 2014.

No obstante, cabe reiterar que la Nota Reversal N° 2/17, que los entonces cancillerres Eladio Loizaga (Paraguay) y Jorge Faurie (Argentina, firmaron el 28 de setiembre de 2017.

Central Hidroeléctrica Yacyretá, vertedero principal y la actual casa de máquinas.

Cambiar algo para que nada cambie

Este documento de moficación del Anexo C imponía un saldo de la deuda de la EBY de US$ 4.084.063.000 que pretendían descargar sobre ambos países, pese a que el nuestro, en los 23 años de generación, pudo aprovechar solo el 7% del total. Además, mantenía vigente el régimen de cesión hasta el 2048, en tanto que la tarifa de cesión aumentaría de US$ 8 a US$ 10,5/MWh.

La NR N° 2/17 fue sancionada por el Legislativo, promulgada por el Ejecutivo paraguayo como ley N° 6135/18, defendida inclusive por legisladores colorados y procolorados en un par de ocasiones ante los intentos de la oposición por derogarlo.

En octubre de 2022, por boca de su entonces nuevo ministro de Economía, Sergio Massa, se supo que el actual gobierno lo iba a retirar del Legislativo, porque no estaban dadas las condiciones políticas para aprobarla.

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