“Este es un proyecto encarado por la Misión Técnica de Taiwán, el Viceministerio de Ganadería y la Facultad de Ciencias Veterinarias, y desde hace unas dos semanas ya estamos contando con las primeras matrices de tal forma a ir realizando la adaptación e investigación de su comportamiento”, explicó Vargas.
A la consulta de si ya hubo experiencias anteriores sobre la cría de camarones de agua dulce, el profesional dijo: “En la facultad se hicieron investigaciones y desarrollos entre el 2004 al 2008 con buen suceso, e incluso se llegó a entregar a productores para su engorde, pero no se pudo avanzar con su desarrollo debido a la falta de semillas (larvas para reproducción), pues debían ser traídas de Centroamérica u otros lugares, y mientras se esperaba ya se cortaba la cadena de comercialización y el negocio no podía seguir. El objetivo ahora es que eso no pase más”.
“Un punto importante que debemos destacar es que una vez que logremos adaptar los camarones a nuestras condiciones de agua, clima, temperatura y otros factores que estamos estudiando, el productor va a poder engordar los camarones de agua dulce en sus propios estanques, no va a necesitar realizar modificaciones. Tanto en el Centro de Producción de Alevines como en el departamento de Pesca y Acuicultura nos estaríamos encargando de preparar las semillas para la siembra”, confirmó el doctor Vargas.
Resultados
Al preguntarle cuándo podrían estar disponibles los camarones para engorde, el doctor dijo: “Ahora estamos en etapa de investigación y adaptación, una ventaja es la rápida reproducción que tienen (20 días de gestación), lo cual ayuda al desarrollo de los estudios, observaciones, comparaciones e investigaciones, pues lo que queremos asegurar al máximo es poder darle a los productores algo que van a poder recriar y engordar en sus estanques, y que tengan seguro que una vez que vendan su producción, ya tendrán de vuelta nuevas semillas para que la cadena no se corte”.